A Ana Boyer una JASP, joven -24 años- y sobradamente preparada con su doble licenciatura, trilingüe; español, inglés y francés-, después del verano, cuando entre en el mundo de la empresa y de los “trabajos serios”, se le acaban los “bolos publicitarios”. Hace una semana presentaba un ron y ahora le presta su imagen a una nueva maquinilla que depila y exfolia todo en uno y se llama Braun Silk-Épil 7 SkinSpa. Es, probablemente, de las últimas campañas publicitarias en la que veremos a Ana Boyer. No se entendería que una consultora de una gran empresa, que es al trabajo que aspira, haga posados publicitarios.

-¿Has servido hamburguesas o has cuidado niños en Londres para sacarte un dinerito?

-Eso no porque lo que siempre he buscado han sido trabajos relacionados con lo mío para ver qué podía hacer cuando terminase. Durante mis estudios, sí que hice prácticas en algún banco y en alguna consultoría pero no poniendo copas.

– Acabas de licenciarte. ¿Cuándo te incorporas al mundo laboral?

-Aún no he cerrado nada. Estoy enviando currriculum y estoy en varios procesos de selección. Mi universidad tiene una buena bolsa de trabajo y por ahí también busco.

-¿Te sientes “joven sobradamente preparada y me voy al extranjero a trabajar”?

-Yo no descarto lo del extranjero, me apetecía mucho pero por la situación familiar por mi padre, estoy más interesada en quedarme en Madrid. Me gustaría mucho irme a Estados Unidos, a Nueva York, Miami o la Costa Oeste porque me gusta el estilo de vida de San Diego.

-¿Cómo está?

-Pues ahí sigue cada vez es más lento verle las mejoras, le vemos más o menos estable, pero su estado de ánimo es bueno y trabajando mucho todos los días con su rehabilitación.

-¿Cómo te quedaste cuando se aseguró que se había casado tu hermano Enrique?

-Yo hablo todo el tiempo con Enrique y sabía perfectamente que no era verdad, le han casado tantas veces que ya no hacemos ni caso. Él está encantado con su vida y no necesita casarse.

-Tamara, ¿con ese fervor religioso, no os regaña por no casaros?

-Como nosotros respetamos su fervor religioso ella también respeta que nosotros no seamos tan religiosos como ella y que no compartamos ciertas cosas. Nos respetamos todos los hermanos mucho y nos vemos contentos.

-¿Fuiste a la confirmación de Tamara?

-No, porque tenía un examen pero tampoco quiso decirle a mi madre que fuera porque como llamamos mucho la atención y podía desviarse la atención a algo distinto de lo que era la confirmación. Lo celebramos en privado con ella cenando todos juntos.

– ¿Y no te ha entrado curiosidad por acompañarla a uno de sus retiros?

-No me ha picado nada la curiosidad y Tamara no va a entrar a monja, te lo aseguro.

-Tu madre macrobiótica, tu hermano un ídolo de la música, tu hermana que quiere ser monja…familia atípica.

-Somos peculiares pero luego tenemos muchas cosas en común, estamos muy unidos, nos queremos muchísimo, nos apoyamos entre nosotros muchísimo. Y tampoco somos macrobióticos es que ahora a mi madre le ha dado por la comida macrobiótica, no tomamos azúcar sino sucedáneos como el agave, tampoco pan blanco sino de semillas, poca carne y cosas que no entiendo pero están buenas.

-Por cierto, ¿cuándo empezaste a depilarte?

– Como a los 15 años y aunque no tengo mucho vello, no me gusta tener pelos.

-¿Fue Tamara la que te dio los primeros consejos?

– Nunca me he depilado con Tamara, eso de encerrarnos las dos en el baño para depilarnos no lo hemos hecho nunca, fue mi madre la que me dijo cómo depilarme y he combinado cera fría con maquinilla eléctrica, y ahora la de Braun porque depila y exfolia a la vez.