Narcís Serra exculpa a la dirección de Caixa Catalunya de su colapso

16/07/2013

J.C. Valero. En su comparecencia ante la comisión parlamentaria que investiga las cajas catalanas para decir que bajo su presidencia intentó dar un giro “radical” al modelo de negocio de la entidad, basado en crédito inmobiliario.

En la segunda sesión de la comisión del Parlamento catalán que investiga el desmantelamiento de las cajas y las posibles responsabilidades derivadas de la actuación de estas entidades financieras y la posible vulneración de los derechos de los consumidores, Narcís Serra, que fue presidente de Caixa Catalunya de 2005 a 2010 hasta que se fusionó con Caixa Tarragona y Manresa, ha exculpado a los directores generales Josep María Loza y Adolf Todó de que la entidad tuviera que ser nacionalizada. En la primera comparecencia de la comisión de investigación de la semana pasada, Adolf Todó atribuyó a la época de Serra los males actuales de la caja.

En otra comparecencia ante el Congreso de los Diputados en julio del año pasado, Narcís Serra declaró que cuando llegó a la presidencia de la entidad en 2005 encontró que Caixa Cataluña “no tenía la buena salud que pensaba”. Hoy, ante la comisión del Parlamento catalán, ha defendido el cambio del equipo directivo que él propició para sustituir a Josep Maria Loza y dar un giro «radical» en el modelo de negocio cuando comprobó que casi todo el crédito se destinaba al apartado inmobiliario. No lo logró y se exculpó a él y al equipo directivo al asegurar que los problemas de la entidad se deben a la crisis, al estallido de la burbuja inmobiliaria y no a la gestión de una persona o de otra. Entre otras razones, porque el cargo de presidente, ha dicho, era “institucional” y no ejecutivo, pese a reconocer ante la insistencia de Jordi Cañas, diputado de Ciutadans, que cobraba como presidente de Caixa Catalunya 175.000 euros anuales más las dietas, a razón de unos 1.000 euros por reunión.

Evitar que vuelva a pasar

Serra ha defendido que «una crisis del calado de la actual no puede ser responsabilidad de una persona ni de dos ni de diez, sino de un sistema que ha fallado, por lo que antes se deben analizar las causas de la crisis, y luego buscar responsables». Serra también ha instado al Parlamento catalán a utilizar la comisión de investigación sobre las cajas para pensar políticas que eviten que «vuelva a pasar» una crisis financiera como la que ha llevado a la desaparición de las cajas. El ex ministro ha lamentado la desaparición de «todas, las mejor gestionadas y las peor gestionadas, y es una desgracia», porque, en su opinión, jugaron un papel claro al permitir el acceso de los ciudadanos a una vivienda, además de asegurar que la competencia entre bancos y cajas favorecía a los clientes.

En cuanto a la politización de las cajas, Narcís Serra ha negado que hubiera de ningún tipo de presión y ha insistido en argumentar que como presidente no tenía funciones «ejecutivas» en la entidad financiera. Durante su intervención, el ex ministro ha asegurado que mientras fue presidente no se comercializaron preferentes, por lo que también se ha exculpado de cualquier responsabilidad al respecto. En todo caso, se ha mostrado partidario de depurar responsabilidades judicialmente, en los casos que se demuestre abuso.

La CUP le acusa de “ladrón”

El diputado de la CUP, David Fernández, al igual que hizo en la comparecencia de Adolf Todó, ha tachado el ex presidente de Caixa Catalunya de ladrón al decir: «Esto entra también en el diccionario en la categoría de ladrón, atracador o cleptómano. Le pido –añadió el diputado radical- que devuelva lo que ha ganado con la especulación y que devuelva lo que ha ganado con recursos públicos». Serra ha contestado Fernández diciendo que respeta “la causa que defiende, pero precisamente por eso le diré que introduciendo insultos en su lenguaje no se defiende ninguna causa, y la suya merecería una mejor defensa».

Serra ha reconocido que buscó a un nuevo director general cuando todavía no se vislumbraba la crisis inmobiliaria. Y fue a buscarlo a Caixa Manresa, una de las entidades que se fusionó con Caixa Catalunya. «Cuando hablé con Todó sabía que le proponía una tarea muy difícil, y él me hizo la demanda de tener un salario en la media del sector, porque era la tercera caja de España”. El problema, ha reconocido Serra, es que “la media del sector eran 800.000 euros», que fue finalmente el sueldo anual de Todó en la entidad luego nacionalizada. El ex ministro también ha recordado que Todó entró cuando Caixa Catalunya ganaba más de 500 millones de euros anuales. Respecto a la indemnización que recibió Loza, de unos 10 millones de euros, al dejar la dirección general a principios de 2008, Serra ha explicado que le pareció “excesiva” y por eso “hice todo lo posible por reducirla y la reduje bastante».

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