Bancopopular-e.com deja de existir tras 13 años de vida. Creado al calor del boom de Internet y de las punto.com, como Uno-e (BBVA) o Activobank (Sabadell) y otras iniciativas de grupos competidores, Popular-e, su filial de banca por internet, dejará de tener personalidad jurídica propia, y su ficha bancaria pasará a Popular Cards, la sociedad del grupo creada en junio para concentrar toda la actividad en tarjetas y medios de pago y para facilitar la captación de un socio estratégico.

Precisamente, el director general de bancopopular-e.com, Joaquín Ariza, será nombrado máximo responsable de la división de medios de pago del grupo Banco Popular. Desde este puesto, controlará Popular Cards, la sociedad conjunta con Evo Payments creada en diciembre de 2012 para gestionar los terminales punto de venta (TPV) en los comercios, y la alianza, firmada en abril, con Euro Information, del grupo Crédit Mutuel (accionista de referencia del Popular y socio estratégico de éste en TargoBank) para la administración de los cajeros automáticos del grupo.

Tras la integración del Banco Pastor, que cuenta con Oficina Directa, un modelo opuesto a bancopopular-e.com al ser una sucursal especializada y no una sociedad filial y que ha sido seguido por otros bancos (ibanesto.com, ebankinter, entre otros), la intención del Popular era encontrar un socio estratégico para su banco online. Incluso se comunicó a la CNMV en mayo de 2012 la intención de vender el 51% de bancopopular-e.com.

Pero ha pasado más de un año, y esa alianza no se ha concretado, como sí ha sucedido en cambio con los TPV y los cajeros automáticos, pese a que el banco online del Popular presenta unos números atractivos en su último ejercicio completo: 833 millones de euros en depósitos, créditos por 855 millones, unos beneficios de 28,6 millones (los más altos en loso 13 años de existencia de la entidad).

Absorción

La solución adoptada para bancopopular-e.com es que el Banco Popular absorbe todo el negocio financiero (depósitos, cuentas a la vista, hipotecas y créditos de consumo), que pasa a manos de la dirección general comercial. Una decisión que implica que parece abandonarse definitivamente la búsqueda de un socio estratégico para la banca online, como ha sucedido con los TPV, los cajeros automáticos, los seguros y los fondos de inversión, entre otras actividades.