Con su recién estrenada secretaría de Estado, hasta ella todo lo relacionado con el empleo correspondía a una dirección general, Maria Luz Rodríguez, siente a los más de 4,1 millones de parados como suyos, y confía en que formándoles puedan encontrar una salida en la economía de futuro, mientras les asegura que “no se va a dejar a nadie a la intemperie”.

De momento, reconoce, la reforma laboral ha dejado pocos efectos en su medio año de funcionamiento, aunque ya hay datos que “están ahí” para ver que están aumentando los contratos indefinidos, por primera vez, desde que estalló la crisis y que el 52% de los que se están realizando se corresponden con el contrato de fomento del empleo generalizado (el de los 33 días de indemnización por año trabajados), además de que se han incrementado las conversiones de temporales a fijos de 2.000 registrados antes de la reforma a 26.000.

Para 2011, y sin obviar que realmente se creará empleo cuando el crecimiento de la economía sea estable, aún nos quedan unos meses de incremento del paro (enero y febrero, como en los últimos 20 años), pero a partir de la primavera y el verano, el mercado se reactivará hasta que a finales de año se puedan contar entre 40..000 y 50.000 empleos netos nuevos, y todo porque los últimos datos de 2010 apuntan a que el ajuste del mercado de trabajo está muy próximo a su “punto y final”.

De todas formas, la “única previsión” de Maria Luz Rodríguez es “atender a las personas que siguen en el paro”, con independencia del número, para “poder recuperarlas al mercado de trabajo”. Y para aquellos que ya han agotado todas las ayudas posibles, además de formación, no descarta que puedan dársele algún tipo  de subsidio. El Gobierno cuenta este año con 2.400 millones de euros para “formar” a los parados, que de media muestran una formación de educación secundaria intermedia.

Para prepararles, se van a incorporar 1.500 orientadores el próximo febrero, a los 1.500 que ya ahí. En su opinión, sobre todo porque el “grueso” del paro se encuentra en la construcción, la alternativa que sugiere la secretaria de Estado para encontrar empleo a esos 1,3 millones de parados de este sector es la denominada “economía verde” (energías alternativas, agua, depuración, gestión de residuos, turismo rural, biomasa, reforestación, eficiencia energética…) es donde hay un gran potencial de creación de empleo para los trabajadores procedentes de la construcción. Y por otro, está todo lo relacionado con el Estado de Bienestar: atención a personas dependientes, discapacitados, mayores, educación, niños, residencias, nuevas tecnologías… que requieren de una cualificación alta e intermedia.

En este sentido, su lógica es aplastante: se necesitan ingenieros de telecomunicaciones, pero también teleoperadores; médicos, pero también cuidadores… “Pero no se va a dejar a la gente a la intemperie. Vamos a preparar a los parados para que tengan un puesto de trabajo y, en algunos casos, que sigan percibiendo una ayuda económica”, concluye sobre este aspecto, agregando que “esos cuatro millones de parados son mis parados. No echo a ninguno fuera. Los vamos a atender mejor y a más”, mientras pide a los empresarios, ya que “el final del ajuste está llegando” que la recuperación se traduzca en empleo”.

Y para mayor argumento, ante las críticas que hay sobre los cursos de formación, María Luz Rodríguez, ofrece datos: Ahora casi 500.00 parados han recibido acciones de formación y hay un índice de inserción de casi el 60% y de ellos seis de cada diez encuentran trabajo en dos o tres meses. En España tres millones de personas realizan cursos de formación. El cambio que se va a producir es que hasta ahora el 60% de los que recibían estos cursos eran trabajadores, y el 40% parados. A partir de ahora, este porcentaje se va a invertir.

Junto a estas acciones, la orientación está siendo fundamental. Ahora hay 1.500 orientadores, y a partir de febrero se sumarán otros 1.500. Se trata de ver dónde hay trabajo y formar al parado en sectores alternativos, prepararles para el trabajo futuro, porque la recualificación profesional facilita encontrar trabajo, no se trata de colocarse donde haya, como se pretendía en 2002.

Diálogo social

Por lo que respecta al diálogo social, bloqueado desde que el Gobierno aprobó unilateralmente la reforma laboral, la responsable de Empleo asegura que pese a que “no hay diálogo social oficial, hay contactos permanentes”. En este sentido, recuerda que el 1 de diciembre se tenía que desarrollar el funcionamiento de las agencias privadas de colocación y tras hablar con empresarios y sindicatos se han incorporado sus propuestas en esta materia. “Vamos a hacer todo lo que esté en nuestras manos para recuperar el diálogo social. No me voy a cansar de hablar con ellos, porque todas las reformas tienen un plazo y el Gobierno debe cumplirlo en el tiempo.

No obstante, asegura que no se va a retirar la reforma laboral como piden los sindicatos: “Vino para quedarse y se va a hacer”, aunque recuerda que en el propio texto de la nueva ley “hay campo de juego” para poder cambiar cosas porque “hasta en 19 ocasiones se dice que tiene que hacerse en el futuro”.

Y lo más inmediato que tiene que hacerse en el futuro, tras regular las agencias de colocación, es la reforma de los servicios públicos de empleo y las políticas activas de empleo. Otro de los próximos pasos se centrará –explica Maria Luz Rodríguez- en los expediente de regulación de empleo (ERE), y redactar para que no deje lugar a interpretaciones la causa por la que el despido puede ser objetivo, uno de los puntos más polémicos de la reforma, ya que con este punto la indemnización por despido se reduce a 20 días por año trabajados.

No habrá “contador a cero” para los convenios

Y por supuesto está pendiente la reforma de la negociación colectiva, que empresarios y sindicatos se comprometieron en febrero pasado a tenerla acordada en seis meses, sin que se haya producido ningún avance a día de hoy. La secretaria de Estado asegura que el Gobierno va a respetar la autonomía de las partes, pero también recuerda que si finalmente no hay acuerdo se tendrá que actuar. Reconoce, en este sentido, que tiene propuestas claras sobre esta materia, entre las que destaca que “no se encuentra poner el contador a cero en los convenios. Ni ha estado ni está.  Sí está dar una mayor dinamización, que no se tarden dos o tres años en revisarlos, y también reforzar el mercado de la mediación y el arbitraje”.

Ocurra lo que ocurra, “la agenda está marcada”, también en marzo se deberá constituir el fondo de capitalización para los despidos. Desde la secretaría de Estado “seguiremos intentado lograr acuerdos en todas las materias pendientes”, y si no es posible, “incorporaremos las propuestas de empresariales y sindicales”.

Por último, sobre la posibilidad de poner en marcha una ley de huelga, la secretaria de Estado de Empleo asegura con contundencia que “ni está ni se la espera”. En su opinión, pese a que la ley es de 1977, se han ido introduciendo a lo largo de los años bastantes mejoras y se cuentan con “suficientes herramientas” como para evitar lo sucedido recientemente con los controladores aéreos.