Los efectos de la crisis se dejan sentir también en la cantidad y, sobre todo, en la calidad del aseguramiento de los hogares españoles, ya que el porcentaje de viviendas en situación de infraseguro se ha incrementado 13 puntos, hasta el 63%. Esto significa que, en caso de producirse un siniestro grave en el domicilio, aproximadamente 10 millones de hogares experimentarían importantes pérdidas por tener contratado un seguro insuficiente para cubrir la totalidad de sus bienes.

Estos datos se desprenden de la proyección realizada por Mapre Familiar, la compañía con más pólizas de Hogar en España, partiendo del análisis de su propia cartera, formada por más de 2,9 millones de pólizas.

El infraseguro más común suele ser el relativo al contenido de la vivienda: muebles, enseres, electrodomésticos, ropa, joyas u otros objetos de valor que existen en el hogar. En Mapfre destacan que tener correctamente valorados todos los bienes, sin infraseguro, “es bastante fácil y menos costoso de lo que se cree”. Y que, sin embargo, “en caso de sufrir un siniestro, la diferencia entre tener o no actualizado el seguro es muy importante”.

En Mapfre ponen un ejemplo: el precio de una póliza para una vivienda de 100 metros en Madrid con infraseguro asciende a 185 euros. Si estuvieran correctamente valorados los bienes, el seguro apenas se encarecería 35 euros, hasta los 220 euros anuales. Pero se traduce en que si el siniestro se valorase en 30.500 euros, el cliente recibiría la indemnización total (30.500 euros), mientras que si tiene un infraseguro, la indemnización no superaría los 12.000 euros, casi la tercera parte de los daños.

Cantidades reales

Para evitar esta situación, Mapfre recuerda a sus clientes la importancia de que las cantidades aseguradas en sus pólizas de Hogar se correspondan con la realidad. Para ello, realiza acciones periódicas para promover el correcto aseguramiento, enviando cartas a sus asegurados informándoles de las coberturas que tienen contratadas y una propuesta de actualización de las mismas. También les ofrece la posibilidad de que realicen ellos mismos la valoración, ayudándose de una guía que Mapfre les remite, y les recomienda que incorporen en la póliza los objetos de más valor, como joyas, abrigos de piel y obras de arte.