El desánimo en la búsqueda de empleo, principal razón de la caída de la tasa de paro

25/07/2013

J.C. Valero. Angels Valls (Esade) explica que los datos de ocupación ponen de manifesto que las medidas para fomentar el empleo  entre los jóvenes no están dando los resultados esperados.

A las valoraciones de sindicatos y patronales sobre los datos de la EPA se unen la de expertos académicos. En opinión de la profesora de profesora del departamento de Organización y Dirección de Personas de la escuela de negocios barcelonesa Esade, “la tasa de paro es el reflejo de la evolución de la ocupación y la población activa, y el empujón positivo de hoy es debido, en gran medida, a la figura del desanimado que ha dejado de buscar trabajo”.

El desánimo es la principal conclusión que extrae Àngels Valls del descenso al 26,26% del desempleo, cuando el anterior dato era del 27,1%. A su juicio, debe tomarse como un respiro, pero no como un punto de inflexión. “Es sorprendente el descenso de la población activa en un periodo en el que, por regla general, aumenta debido a la proximidad del verano. El fenómeno de la desactivación, es decir de personas que han dejado de buscar empleo, es cada vez más grande y responde a un estado de ánimo de la población que deberíamos tener en cuenta”.

La experta añade que el aumento de la ocupación en este segundo trimestre de 2013 (149.000 personas) es fruto de la estacionalidad, “prueba de ello es la temporalidad de los nuevos puestos y que la tasa correspondiente al sector servicios compensa la pérdida en otros como el de la construcción y la industria”.

En cuanto a las características de la contratación, Angels Valls señala que “el mayor aumento en la ocupación se ha producido en el colectivo de mayores de 39 años, lo que pone de manifiesto que las medidas que se están tomando para fomentar el empleo entre los jóvenes no están dando los resultados esperados y que, además de la variable edad, se deberían tener en cuenta otros factores a la hora de desarrollar este tipo de medidas”.

Otra crítica a las políticas de empleo activas es el ejemplo de la dificultad en encontrar trabajo: “El número de parados de larga duración sigue aumentando y ponen de manifiesto la correlación que existe entre el tiempo que una persona lleva en paro y lo que le va a costar salir de él”. “Tampoco mejora el número de hogares con todos sus miembros en paro; si bien desciende con respecto al  trimestre anterior [en 84.900], en la comparativa anual ha crecido [en 83.500]”, destaca Valls.

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