Despedir sale más barato. El año pasado las empresas se ahorraron un 12% de las indemnizaciones pagadas a cada trabajador despedido, respecto al año anterior. Según UGT, la rebaja debe atribuirse a la reforma laboral, que entró en vigor en febrero y que, según la ministra de Empleo, será juzgada el próximo viernes en el Consejo de Ministros para ver la posibilidad de aplicar algún retoque a la nueva normativa laboral.

La rebaja en las indemnizaciones por despido, hasta los 466 euros por trabajador, un 12 por ciento menos, destaca entre los datos proporcionados este lunes por la Encuesta Anual de Costes Laborales, que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE). Pero las empresas también han ahorrado en otras partidas. De hecho, en 2012, y por primera vez en esta crisis, los costes laborales brutos cayeron un 0,8 por ciento, hasta los poco más de 30.900 euros por trabajador. Si hablamos de costes netos, la caída se modera una décima, hasta el 0,7 por ciento. Una disminución que contrasta con la subida en 2011, del 1,1 por ciento.

El 73,3 por ciento del coste bruto lo constituyeron sueldos y salarios, por un importe de 22.635 euros por trabajador, mientras que las cotizaciones a la Seguridad Social supusieron el 22,2 por ciento del total, hasta 6.859,44 euros.

UGT culpa a la reforma laboral

Para UGT, la caída de costes laborales refleja cuál era el objetivo “oculto” de la reforma laboral, aprobada en 2012. “Inducir una intensa devaluación salarial”, aseguran desde el sindicato; esto es, recortar los salarios a fin de que los productos y servicios españoles ganen en competitividad por la vía de un menor precio.

Algo falla en esta teoría, sin embargo, sostienen desde UGT. Mientras que, en 2012, el coste laboral cayó un 0,8 por ciento, los precios aumentaron un 2,4 por ciento en ese período. “A las empresas les cuesta menos producir” pero los empresarios “venden cada día más caro”, argumentan, a la luz de los datos de IPC. “Los precios no se han reducido. ¿Dónde está el beneficio para nuestra competitividad?”, se preguntan desde el sindicato.

Los beneficios adelantan a los salarios

La rebaja de costes laborales está transformando además la distribución de la riqueza. Así, el año pasado, los beneficios empresariales y las rentas mixtas adelantaron por primera vez a los salarios en cuanto a su peso en el PIB; al representar un 46,3 por ciento, en el primer caso; frente a un 44,7 por ciento, en el segundo. “Una situación anómala y excepcional en el contexto europeo”, según UGT.

Otro dato destacable es que un 11,2 por ciento de los trabajadores vieron el año pasado modificadas sus condiciones de trabajo, según señala la Encuesta. Una situación de la cual UGT culpa a la reforma laboral impulsada por los ‘populares’, que, además de abaratar el despido, concedió poder unilateral al empresario a la hora de rebajar sueldos y condiciones de trabajo. Si bien, añaden, en el camino del abaratamiento del despido, fue la reforma socialista de 2010 la que dio el primer paso.

Báñez, abierta a cambios “menores”

Una opinión muy distinta es la que mantiene la ministra de Empleo, Fátima Báñez, quien afirmó este lunes que, el viernes, el Consejo de Ministros estudiará posibles modificaciones de la normativa, tras conocer el informe de evaluación de la reforma, encargado a expertos independientes. Báñez, quien descartó cambios de calado en la reforma, se mostró sin embargo, abierta a “cambios menores o mejoras administrativas”, según dijo en el marco del curso de verano organizado en La Granda por el economista Juan Velarde.

Según Báñez, la economía española está “dejando atrás lo peor de la crisis”, según dijo, tras subrayar que los datos de la EPA del segundo trimestre suponen “el segundo mejor dato del segundo trimestre de toda la serie histórica”.

En esta línea, la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) destacó este lunes que la Epa de junio supuso el primer acceso neto al empleo tras varios trimestres de contracción. “El número de individuos que han accedido a un empleo en este trimestre supera al de individuos que han perdido su empleo”, señalaron desde la Federación impulsora del ‘contrato único’. Así, mientras que más de 928.000 trabajadores perdieron su empleo, más de 1.163.000 lo encontraron, concluyeron.

Sin embargo, según recuerda UGT, en el último año se han destruido un total de 673.000 empleos asalariados. Dos de cada tres, indefinidos. “Una mayor precariedad que se refleja en todos los indicadores”, afirmaron.