Los sindicatos han augurado una «conflictividad social de máximo nivel» para después del verano si la dirección de Catalunya Banc no cede en sus planteamientos iniciales sobre el ERE con el que la entidad planea despedir a 2.453 trabajadores y cerrar unas 450 oficinas.

Así lo han explicado este jueves a Europa Press fuentes sindicales, después de que la segunda reunión previa a la presentación del expediente haya acabado sin ningún tipo de acercamiento entre las partes: «Es alarmante. Nosotros nos estamos dedicando a plantear cosas, pero la dirección no entiende qué quiere decir negociar».

Entre las reclamaciones hechas desde la parte sindical destaca que los despidos y cierres de oficinas se alarguen hasta finales de 2015 -agotando así el plazo dado por Bruselas para acometer la reestructuración- y el compromiso de que este año se mantenga la plantilla.

«Los trabajadores están absolutamente indignados. Están haciendo un esfuerzo, yendo a trabajar en unas circunstancias adversas, y encontrarse ahora con esto es un golpe muy bajo», han criticado.

También han pedido que haya un periodo para que los empleados puedan acogerse voluntariamente a bajas, cambios geográficos o reducciones de jornada, a la vez que quieren que la dirección «facilite» la salida a los mayores de 55 años.

«No entendemos por qué nosotros tenemos que tener peores condiciones que otras entidades donde el FROB también tiene el 100%», han indicado estas fuentes, que han mostrado su deseo de que la próxima reunión, prevista para el lunes 26, resulte más fructífera.