La deuda de las entidades portuguesas con el Banco Central Europeo (BCE) aumentó por primera vez en cuatro meses en diciembre hasta los 40.899 millones de euros, lo que supone una incremento del 7,8% respecto a la deuda que tenían en noviembre (37.935 millones de euros), según los últimos datos del Banco de Portugal.

La exposición de los bancos portugueses al BCE alcanza de esta manera su nivel más elevado desde el mes de agosto, cuando fue de 49.124 millones de euros, y supone un incremento del 154% respecto al mismo mes de 2009 (16.061 millones de euros).

Este repunte de la dependencia de las entidades bancarias lusas demuestra las dificultades que tienen para acceder a financiación en los mercados internacionales, por lo que se ven obligadas a recurrir a la institución presidida por Jean Claude Trichet.

En su Boletín Económico de invierno, el Banco de Portugal ya avisó este martes de que el uso de los recursos de financiación del Eurosistema seguirá siendo «significativo» mientras persistan las dificultades de acceso de los bancos portugueses a los mercados de financiación.