Así, el ‘agujero patrimonial’ de la compañía contemplado en el informe concursal, que Deloitte ya ha entregado al juez, es un 72,5% superior al de 927 millones cuantificado en el análisis forense, mientras que la cifra de deuda es un 12% superior a los 3.281 estimados por KPMG.
De acuerdo con el informe de Deloitte, la masa activa se sitúa en 2.007 millones de euros, y en lo relativo a los créditos concursales, los ordinarios ascienden a 2.183,59 millones, el crédito contingente ordinario a 673,45 millones, los créditos subordinados a 445,01 millones, los créditos con privilegio especial a 157,58 millones, los créditos contingentes subordinados a 141,07 millones, los contingentes privilegiados a 32,22 millones y los créditos con privilegio general a 11,71 millones.
El total de deuda con entidades de crédito a abril de 2013 asciende a 1.691,13 millones, de las que la mayor parte (1.468,41 millones corresponde a pasivo a corto plazo, y el resto (22,71 millones) es a largo plazo.
El informe revela que el «intenso» proceso inversor en el que se embarcó la sociedad, las necesidades operativas de financiación del mismo, así como la asunción de pérdidas operativas en parte de su negocio tradicional, provocaron unas «fuertes» necesidades de financiación, que incrementadas adicionalmente por los propios costes financieros de la deuda ya acumulada desembocaron finalmente en los más de 3.600 millones que forman el total pasivo del concurso.
«Este nivel deuda y la incapacidad de seguir incrementándola ha llevado a una situación de insolvencia en la que la compañía era incapaz de atender a sus obligaciones exigibles de circulante y pago de la deuda», señala el informe.
Venta y reorganización
Deloitte estima que la solución para este concurso pasa por la aprobación de un convenio con sus acreedores y de lograr implementar una reestructuración conjunta de la situación del grupo que probablemente incluirá la venta y/o reorganización de ciertas actividades productivas no esenciales para el negocio de futuro del grupo.
Con estos datos encima de la mesa, la firma está pendiente además de la presentación de un plan de viabilidad que la consultora PwC deberá tener listo en octubre y que podría contemplar la venta de activos o la capitalización de la deuda, tras la correspondiente quita por parte de la banca.
De ganar 16,1 millones en 2011 a perder 29,1 en abril de 2013
Pescanova pasó de contabilizar un beneficio de 16,1 millones en 2011 a pérdidas de 26,1 millones un año después, que se han incrementado hasta los 29,1 millones al cierre de abril de 2013, según la cuenta de resultados de la empresa gallega que recoge Deloitte en su informe concursal.
La consultora advierte no obstante de que los importes proporcionados por la empresa «no son representativos, dado el gran número de partidas y epígrafes incorrectos».
El importe neto de la cifra de negocio ha pasado de 629,2 millones en 2011 a elevarse hasta los 706,4 millones a cierre de 2012, para pasar a disminuir en un 90,5% en menos de un año, hasta los 66,6 millones en abril de 2013.
Asimismo, el resultado de explotación pasó en estos años de arrojar un beneficio de 41,5 millones en 2011 a crecer hasta los 55,7 millones en 2012, para arrojar pérdidas de 1,1 millones en abril de 2013.
Según se indica en el informe ‘forensic’ de KPMG, la práctica llevada a cabo por la sociedad consistía en realizar operaciones de compraventa asociadas a «movimientos virtuales de almacén» para que tanto la concursada como el resto de sociedades instrumentales descontaran los pagarés y así obtuvieran financiación hasta el vencimiento de los mismos.
En los ejercicios 2011 y 2012, un 77% y un 80%, respectivamente, de las ventas registradas por Pescanova se corresponden con ventas realizadas a sociedades instrumentales «sin contenido económico».
En el ejercicio 2013, la sociedad procedió a contabilizar ventas, compras y devoluciones de ventas con estas sociedades instrumentales con el objeto de revertir el impacto en cuentas a cobrar de estas operadciones en ejercicios anteriores, que arrojaban un efecto total de gasto con estas sociedades por importe aproximado de 350 millones de euros.
No obstante, antes del cierre de abril, el impacto en la cuenta de resultados de estas operaciones fue revertido, dando de baja una provisión genérica que afloró en los estados financieros presentados a la CNMV en el ajuste de fondos propios.
La marca
La administración concursal ha situado el valor de la marca Pescanova entre 85 y 100 millones de euros, menos de la mitad de los 374 millones de valor que la propia empresa le había atribuido en sus estados financieros.
Así se recoge en el informe concursal de la firma gallega, al que ha tenido acceso Europa Press, y en el que la marca figura como uno de los principales activos no corrientes de Pescanova, por detrás del inmovilizado financiero, que incluye inversiones en empresas del grupo y asociadas, cartera de valores, créditos, depósitos y fianzas, por valor de 276,4 millones de euros.
En el listado de bienes y derechos de Pescanova elaborado por la administración concursal se incluyen edificios, concesiones administrativas, amarres, dos patrulleras, y un buque deportivo de los conocidos como ‘vuelta al mundo’ diseñado para regatas oceánicas.
Así, el informe refleja la existencia de un edificio en Bouzas con cuatro viviendas y sin cargas (pese a que, en su día, tuvo un expediente de embargo a favor de la Xunta) valorado en 263.000 euros; una concesión administrativa de terrenos en zona portuaria y edificio de oficinas (donde se ubica la sede principal de Pescanova, en Chapela) valorada en cerca de 14 millones de euros; y un terreno urbano en Chapela (el tramo de carretera que da acceso a las instalaciones) valorado en 325.000 euros.
Embarcaciones
Por otra parte, Pescanova tiene entre sus bienes dos patrulleras Rodman R55, que permanecen varadas en las instalaciones del astillero Rodman en Moaña (Pontevedra). Estas dos patrulleras (por las que se pagaron 3,4 millones de euros) no han sido utilizadas, según ha trasladado la empresa a los administradores concursales que, no obstante, estiman su valor entre 2,2 y 2,5 millones de euros.
Además de estas embarcaciones, la empresa es propietaria de un barco deportivo modelo WOR 60, de los conocidos como ‘vuelta al mundo’. Se trata de la embarcación ‘Galicia PESCANOVA’, con una eslora de 19,50 metros, una manga de 5,25 metros, y capacidad para 12 tripulantes. Según el informe concursal, la empresa pagó por este barco 465.000 euros, y su valor estimado actualmente es de entre 54.000 y 108.000 euros.
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