La consecución de un pacto social como los que se produjeron en los años ochenta tiene en este momento una gran repercusión política y la duda planteada es si incorporar al mismo al PP ya que las dos opciones –contar con él o dejarle al margen- tiene sus ventajas e inconvenientes electorales.

Lo que comenzó siendo una negociación sobre la reforma de las pensiones, se ha convertido en la última semana en la exploración de las posibilidades de un acuerdo social como los que tuvieron lugar en los momentos críticos de los años 80 (ANE, AES, entre otros) y que favorecieron entonces el crecimiento económico y del empleo.

Tipo de negociación

La primera opción manejada es un acuerdo a tres bandas (gobierno, sindicatos y patronal) que incluyera las grandes reformas económicas pendientes como la de las pensiones, negociación colectiva, despido y políticas activas de empleo.  CCOO es también partidaria de incluir las políticas industriales y la situación de las Administraciones Públicas.

La fórmula de negociación sería la realizada en ocasiones anteriores: reuniones bipartitas entre los agentes sociales en materias de su competencia como la negociación colectiva y tripartitas en otras en las que el Gobierno tiene mucho que decir: pensiones, por ejemplo.

Finalizados los dos bloques con aproximaciones o acuerdos se concluiría en el intento de un pacto global de los tres interlocutores: gobierno, sindicatos y patronal. La negociación global facilitaría el acuerdo ya que las cesiones de unos en un campo (por ejemplo pensiones) pueden ser compensadas con concesiones en otros (despido).

Con estos primeros mimbres, sería el momento de incorporar o al menos contar con el apoyo tácito de los principales partidos políticos para que el pacto fuera más amplio. La gran duda es que hacer con el Partido Popular, a quien las encuestas dan como ganador en las próximas elecciones, y por lo tanto tendría mucho que decir.

Ventajas e inconvenientes

Y aquí es donde vienen las ventajas e inconvenientes para cada uno de los negociaciones de un tipo de acuerdo u otro:

Gobierno:

-Ventajas: Sumar al PP al acuerdo daría más estabilidad al pacto y la economía podría reactivarse más rápido además de ser bien acogido por los mercados. Todo ello favorecería las ahora maltrechas expectativas electorales del PSOE.

-Inconvenientes: En el lado contrario estaría el hecho de que el PP se beneficiaría de una imagen de solvencia y seriedad de cara a demostrar su capacidad de gobernar.

Sindicatos:

-Ventajas. La firma del PP les “blindaría” de cara a evitar políticas liberales más agresivas cuando éste llegara al poder, al menos durante la vigencia del pacto.

-Inconvenientes: Podría ayudar indirectamente a su victoria electoral y ellos, como sindicatos de izquierdas, están más cómodos con un gobierno socialista

CEOE

-Ventajas. Contar con el PP crearía un marco estable y con paz social para que las empresas puedan salir de la crisis.

-Inconvenientes: Las reformas que se acordaran se quedarían escasas para lo que reclaman los empresarios y que algunos piensan que podrían lograr con el Partido Popular en el Gobierno.

Partido Popular

-Ventajas. Apoyar o firmar el acuerdo le reforzaría la imagen de partido comprometido con la situación de España y su pronta salida de la crisis económica. Contaría para el caso de gobernar con el trabajo más difícil ya hecho y la posibilidad de un cierto repunte económico.

-Inconvenientes. Las materias pactadas podrían encorsetar su futura política de gobierno, situación con más riesgo si la economía no mejora y se necesitan políticas de ajuste más duras.

Puestas así las cosas, las próximas horas y días van a ser claves para que los distintos interlocutores definan las estrategias que piensen que les convienen más.