La jirafa “es un animal que tiene los pies en el suelo, pero una visión de larga distancia, y sobre todo un corazón muy grande”. Así explica monseñor Kike Figaredo, de la Prefectura Católica de Battambang (Camboya), por qué es el símbolo de la ONG Solidaridad, Ayuda y Unión Crean Esperanza (Sauce), que trabaja a favor de los colectivos más marginados de este país asiático mediante la promoción de la educación y el desarrollo de infraestructuras básicas.

Javier Vega de Seoane, presidente de DKV, y Josep Santacreu, director general, han firmado un convenio de colaboración con Sauce, que tiene su origen en un viaje de incentivos que hizo la aseguradora al sudeste asiático. “Un fantástico ejemplo de cómo incorporar la preocupación por los más necesitados también a los programas de premios e incentivos a los empleados”, señala Santacreu

Empleados, mediadores y otras personas vinculadas a DKV contribuirán al mantenimiento de las escuelas de dos pueblos de Battambang, beneficiando a 213 niños.

Los empleados de DKV envían un correo electrónico a Recursos Humanos indicando el número de niños que quiere becar (cada beca son 30 euros anuales). La aseguradora les retiene cada mes una cantidad de la nómina y se envía a Battambang a través de la Fundación Sauce. Hasta ahora, la plantilla de la aseguradora ha apadrinado a 120 niños.

Loe mediadores participan a través del programa Medialia, una iniciativa de DKV para fomentar la responsabilidad social corporativa empresarial entre este colectivo de seguros. Suman ya 57 niños apadrinados. Además, Medialia canalizará acciones sociales de los mediadores con Intermon Oxfam. Los mediadores elegirán qué otras acciones se apoyarán a través de la ONG elegida.

DKV, por su parte, ha donado ya 6.327 euros para ayudar a los niños camboyanos.