El proceso de concentración en el segmento más fragmentado del sistema financiero español, las cooperativas de crédito y cajas rurales, sigue avanzando inexorablemente. La sevillana Caja Rural del Sur y la de Córdoba celebrarán el 30 de septiembre y de sendas asambleas extraordinarias para aprobar su fusión. Las dos entidades forman parte del Sistema Institucional de Protección (SIP), el Grupo Cooperativo Ibérico, que evoluciona así hacia una integración convencional, siguiendo las recomendaciones del Banco de España.

Las asambleas deberán ratificar el «proyecto común de fusión mediante la absorción y disolución sin liquidación de Caja Rural de Córdoba por parte de Caja Rural del Sur«, la aprobación del balance de fusión y el informe sobre modificaciones en el activo o en el pasivo entre las fechas de redacción del proyecto de fusión y de celebración de estas asambleas; además de otros acuerdos complementarios relativos a la integración. También se ratificará el acuerdo suscrito por los consejos rectores de las rurales de Córdoba y del Sur el 13 y 14 de agosto, sobre la administración de la nueva entidad, el Fondo de Educación y Promoción y la Fundación, que concentran la actividad social de estas instituciones.

También tendrán que aprobar los planes de negocio de la fusión, y los estatutos sociales que regirán la entidad tras la integración, que se pretende operativa a partir del 1 de enero de 2014.

El Grupo Cooperativo Ibérico obtuvo en 2012 un beneficio neto cercano a los 12 millones de euros. La ratio de morosidad fue del 11,44%, con una cobertura del 73,76% tras las dotaciones extraordinarias realizadas. El coeficiente de solvencia asciende al 23,08%, frente al 8% mínimo exigido por la normativa.

La fusión extremeña, en el aire

Esta operación se produce tras la salida del SIP de la Caja Rural de Extremadura, impuesta por el Gobierno autonómico. Esta entidad ha optado por fusionarse con la Rural de Almendralejo, más pequeña pero con mayor solvencia y rentabilidad, y que está integrado en el SIP Solventia.

Algunos directivos de la Rural de Extremadura respaldados por el director general, José Manuel Gómez Piélago, han elaborado un informe contrario a la operación. Entre sus argumentos, la intención de Solventia de solicitar su baja del Grupo Caja Rural, que hace temer que la entidad termine controlada por la almeriense Cajamar, la más importante del sector y promotor del SIP Cajas Rurales Unidas.

La Rural de Extremadura deberá presentar antes de final de mes un nuevo plan de negocio ante el Banco de España si quiere seguir en solitario.