La batalla por el control del consejo de Pescanova ha acabado con el indiscutible éxito de la cervecera catalana Damm (6,2%) y el fondo luxemburgués Luxempart (5,3%) que, junto a otros accionistas institucionales, han logrado el 70,8% de los votos del capital presente en la junta (más de 11 millones de acciones). Pese a la retirada de la candidatura del expresidente Manuel Fernández de Sousa para restar fuerza a la de su rival José Carceller (que representa a Damm), la lista alternativa defendida por el fondo estadounidense Cartesian y Aemec (organización de pequeños accionistas) no se ha hecho con el poder. El nuevo consejo se ha reunido después para elegir al presidente, cargo que ha recaido en José Manuel Urgoiti, expresidente de Banco Gallego y ex consejero delegado de BBVA.

No es en parte una solución de ruptura, ya que en el consejo, que quedará reducido a siete, repetirán caras conocidas por haber formado parte del organismo saliente. Si bien sí representa el inicio de una nueva etapa para la compañía, al suponer la salida del expresidente Manuel Fernández de Sousa, controvertido en los últimos meses, pero en alguna manera carismático y que la dirigió la hasta en los últimos detalles. Es además hijo de uno de los dos fundadores y ha permanecido al frente de ella durante 31 años.

El consejo propuesto por el grupo ganador está formado por José Carceller, Francois Tesch, José Antonio Pérez-Nievas, Yago Méndez, José Manuel Urgoiti, Luis Ángel Sánchez Merlo y Ángel Legarda. Pese a que ha arrasado frente a su contrincante, Damm ha obtenido realmente un apoyo menos apabullante -el 34% del capital-, ya que sólo estaba representado en la junta el 54% de las acciones.

Tras un consejo de administración en el que se eligió a José María Pérez  para presidir la junta extraordinaria, comenzó la asamblea de accionistas en un ambiente de tensión, protagonizada por los enfrentamientos de los bandos en los que había quedado dividida el grupo pesquero desde que se descubrió la grave crisis que la han llevado al concurso de acreedores.

Y hasta el inicio del cónclave se sucedieron negociaciones paras recabar votos para cada una de las listas que se presentaban al consejo. Aunque Damm y Luxempart partían como favoritos, la decisión de Sousa de no presentarse ni defender una propuesta propia hace añadió más interés a la pugna en la medida que se podía sumar con accionistas próximos a la propuesta de consejo dirigida por el fondo Cartesian y Aemec (asociación de pequeños accionistas). Esta sí era una lista de renovación, con personas conocidas del mundo empresarial, como el expresidente de FCC, Baldomero Falcones.

Y a pesar de la relevancia de esta cita, el consejo que salga de la junta tiene limitadas sus competencias al estar bajo la supervisión de un juez por su condición de compañía acogida al concurso de acreedores y con Deloitte, como administrador concursal. Y más importante todavía es la situación de quiebra con una deuda de más de 3.675 millones de euros, que deberá ser renegociada con la banca que podría convertirse en el primer accionista de  la pesquera si acepta capitalizar la deuda. Porque la otra salida es la liquidación y reparto de todos sus activos. El consejo, no obstante, tendrá su parcela de protagonismo, junto a Deloitte, en las negociaciones que pueden obligar a los bancos a aceptar una quita en el entorno del 60% para solventar el agujero patrimonial que supera los 1.600 millones de euros.

La intervención del directivo de Deloitte se centró en la situación de la compañía, con la afirmación de que el grupo sigue operativo y que el administrador trabaja para alcanzar un acuerdo con la banca que no suponga su liquidación, aunque será necesaria la venta de activos. Ha señalado además que el Ebitda (resultado bruto de explotación) es positivo.