En concreto, el mayor fabricante mundial de microprocesadores concluyó 2010 con un beneficio neto de 11.672 millones de dólares (8.684 millones de euros), un 167% por encima del ejercicio anterior, mientras que sus ventas crecieron un 24,2%, hasta 43.623 millones de dólares (32.455 millones de euros).

«2010 fue el mejor año en la historia de Intel y creemos que 2011 será incluso mejor», afirmó el presidente y consejero delegado de la compañía, Paul Otellini.

En el cuarto trimestre del año, Intel obtuvo un beneficio récord de 3.388 millones de dólares (2.520 millones de euros), un 48,4% más, mientras que su facturación aumentó un 8,4%, hasta 11.457 millones de dólares (8.521 millones de euros).

Asimismo, la multinacional prevé que en el primer trimestre de 2011 su cifra de negocio alcance los 11.500 millones de dólares, con una margen de desviación de más/menos 400 millones de dólares.