Es el primer estudio en humanos que demuestra que cambiar nuestros hábitos para llevar una vida más saludable puede alargar los telómeros y prevenir el envejecimiento a nivel celular. Son resultados sorprendentes ya que no solo muestran que los telómeros pueden alargarse, sino que además implican que mejorar nuestros hábitos no solo tiene efecto sobre la salud, sino también sobre la velocidad con la que envejecemos.
Se trata además de un estudio que ha sido liderado por la Dra. Elizabeth Blackburn, que ganó el premio Nobel de Medicina en 2009 por su co-descubrimiento (junto con la Dra. Carol W. Greide) de los telómeros, y por el Dr. Dean Ornish, especializado en estudiar los beneficios de mejorar el estilo de vida, y llevado a cabo por investigadores de la Universidad de California San Francisco (UCSF) y el Preventive Medicine Research Institute en California. Los resultados del estudio se han publicado el 16 de Septiembre en la revista The Lancet Oncology.
Los telómeros y el envejecimiento
Los telómeros son los extremos de nuestros cromosomas. Su función es la de proteger a los cromosomas del deterioro que va ocurriendo con las sucesivas divisiones de la célula. Sin los telómeros, los genes que se encuentran al final de los cromosomas se irían perdiendo. Es debido al sistema que utiliza la célula para replicar el ADN y que hace que en cada división se pierda parte del ADN de los extremos. Gracias a los telómeros, la parte que se pierde son las secuencias repetitivas de ADN que conforman los telómeros y no las secuencias de genes vitales para la célula. Y aunque hay una enzima, la telomerasa, que se encarga de añadir nuevas secuencias repetitivas al final de los cromosomas, solo está activa en las células de la línea germinal y en algunas células del sistema inmune. Por eso los telómeros se van acortando a lo largo de nuestra vida y funcionan como un marcador de la edad celular.
Cuanto más vieja es la célula, más cortos son los telómeros. Hasta que llega a un tamaño mínimo de los telómeros en el que la célula deja de funcionar correctamente y muere. El acortamiento de los telómeros está asociado al envejecimiento y a diversas enfermedades relacionadas con el envejecimiento como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, la obesidad, la osteoporosis y la diabetes. Por el contrario, numerosas evidencias indican que los telómeros largos están asociados con una menor incidencia de enfermedades y con una vida más longeva.
Llevar una vida sana alarga los telómeros
Durante 5 años este grupo de investigadores llevaron a cabo un seguimiento de 35 pacientes con cáncer de próstata temprano para analizar la relación entre cambios en su estilo de vida y los cambios en la longitud de los telómeros.
Los dividieron en dos grupos. 25 de los pacientes mantuvieron su estilo de vida sin cambios importantes en sus hábitos. Los otros 10 cambiaron drásticamente varios de sus hábitos. Cambiaron la dieta: pasó a tener un alto contenido en frutas, verduras, cereales integrales y bajo contenido en grasas y carbohidratos. Cambiaron su actividad física: hacían ejercicio moderado como andar 30 minutos al día, 6 días a la semana. Cambiaron su nivel de estrés: bajaron sus niveles de estrés mediante el yoga (que combinaba estiramientos, meditación y respiración). Y finalmente participaron semanalmente en grupos de apoyo.
Analizaron la longitud de los telómeros en el conjunto de células del sistema inmune aisladas de la sangre al inicio y al final del estudio.
Pues bien, el grupo que llevó cambió su estilo de vida aumentó la longitud de sus telómeros un 10% comparado con la longitud al inicio de los 5 años. . Por el contrario, los hombres que no habían cambiado nada en su estilo de vida habían sufrido el acortamiento normal de los telómeros. Sin embargo, no todos los resultados fueron homogéneos. 3 de los 10 pacientes en el grupo sano tenía los telómeros más cortos, y 8 de los 25 tenían los telómeros más largos. Los autores explican estos resultados dispares en que algunos pacientes no fueron constantes eran en llevar los nuevos hábitos, mientras que algunos del grupo control cambiaron a hábitos mas sanos. Aun así, en conjunto los resultados eran estadísticamente significativos.
Este trabajo es una continuación de un estudio del año 2008 en el que examinaron el efecto de los mismos cambios en el estilo de vida durante 3 meses en estos mismos participantes. En aquella ocasión midieron la actividad de la telomerasa (la enzima que repara y alarga los telómeros) y vieron que aumentaba su actividad en los hombres que habian cambiado su estilo de vida. Sin embargo, en este nuevo estudio no encontraron diferencias en la actividad de la telomerasa entre los dos grupos.
Hay que apuntar que se trata de un estudio piloto ya que el número de personas que estudiaron fue muy pequeñoy no fue un estudio al azar. Por eso sus autores esperan que los resultados obtenidos sirvan para promover estudios más amplios que validen estos hallazgos.
Fuente:
University of California, San Francisco (UCSF).
Dean Ornish et al. Effect of comprehensive lifestyle changes on telomerase activity and telomere length in men with biopsy-proven low-risk prostate cancer: 5-year follow-up of a descriptive pilot study. The Lancet Oncology, 17 September 2013 DOI: 10.1016/S1470-2045(13)70366-8
Ornish D, Lin J, Daubenmier J, Weidner G, Epel E, Kemp C, Magbanua MJ, Marlin R, Yglecias L, Carroll PR, Blackburn EH. Increased telomerase activity and comprehensive lifestyle changes: a pilot study. Lancet Oncol. 2008 Nov;9(11):1048-57. doi: 10.1016/S1470-2045(08)70234-1.
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