Cuando la UE ha vuelto a respaldar a Repsol frente a Argentina por la expropiación del 51% de YPF, el Gobierno que preside Cristina Fernández intenta una salida política para compensar de forma unilateral por la requisa que es rechazada radicalmente por el grupo que preside Antonio Brufau. Se trataría, según fuentes argentinas, de ingresar en las cuentas de la petrolera española 1.500 millones de dólares, aunque no se haya alcanzado un acuerdo con Repsol, que reclama ante los tribunales 10.800 millones de dólares.

En realidad la propuesta que se intentaría materializar desde Argentina no es diametralmente diferente de la que se analizó en el consejo de Repsol, y que fue rechazada de forma unánime, incluso por Pemex (que controla el 9,8% del capital de la empresa española) y que había sido el introductor de plan de YPF y el Gobierno de Buenos Aires.

Y ¿a qué se debería este intento de cancelar el conflicto por esa vía? La respuesta se basaría tanto en la degradación de la deuda argentina, que dificulta cualquier refinanciación, a la proximidad de las elecciones legislativas que tendrán lugar el próximo octubre. Otro factor estaría centrado en la idea que la demanda presentada por Repsol al Ciadi progresa en favor del demandante, si bien el paso del pago unilateral podría agravar más el enfrentamiento entre las dos partes. El proceso también progresa en el país austral en el ámbito del Tribunal de Tasaciones que podría emitir su decisión en octubre.

Mientras, el perfil político de la operación se mantiene ante  las citadas elecciones, la estrategia tiene dos caras: por un lado, la que intenta presentarse sin conflictos exteriores, que la oposición califica de absurdos, y, por otro, la más populista. En esta línea, el asesor de Cristina Fernández y viceministro de Economía. Alex Kicilof, mantiene que Repsol debería compensar Argentina.

Por su parte, la Comisión Europea ha señalado este miércoles que la expropiación de la petrolera YPF a la española Repsol sin ni una compensación es una «piedra en el zapato» que «complica» las relaciones de la UE con Argentina y «hace mucho más difícil avanzar». Repsol ha reclamado a la UE que «no olvide» el caso y que siga dando máxima prioridad a resolverlo.

«Mientras este caso no se resuelva, seguirá siendo una piedra en el zapato en nuestra relación con Argentina. Está claro que es algo que complica la relación», ha explicado Matthias Jorgensen, representante del departamento de Comercio del Ejecutivo comunitario, en un seminario sobre el caso YPF organizado en el Parlamento Europeo.