Las relaciones entre la dirección de Iberia y el Ejecutivo español han vuelto a entrar en crisis, circunstancias que parecían superadas. La aceptación del plan de viabilidad de la compañía aérea, en la que medió la ministra de Fomento, Ana Pastor, puso fin a unos duros enfrentamientos protagonizados por el citado ministerio y el de Industria, que tomaron posiciones más cercanas a los sindicatos y que intentaron influir en el consejo de IAG -grupo formado por British Airways- a través de los consejeros de nacionalidad española. Un plan de transformacioón que ahora se negocia con divergencias entre la dirección y los trabajadores.

Pero ahora, partiendo en especial del titular del Industria, José Manuel Soria, el Ejecutivo retoma las críticas al grupo aéreo, por lo que se considera pérdida de relevancia de Iberia, frente al crecimiento de la británica. El titular de Industria ha reiterado en los últimos días que, en su opinión, la fusión no ha sido buena para la compañía española. Y este lunes ha señalado que espera que el nuevo plan de negocio fomente las conexiones internacionales de la aerolínea española, y no sólo las de Madrid sino también las del resto de las ciudades españolas.

En los reproches del Gobierno hay un punto caliente: la situación de la T-4, de Madrid, una de las estrellas de las infraestructuras que Fomento quiere potenciar, pero que está siendo superada por el aeropuerto de Barcelona. Un tema que preocupa, más teniendo en cuenta que el plan para privatizar AENA se puede alejar de nuevo del horizonte. Incluso se achaca la caía del turismo en Madrid a la reducción de vuelos por parte de Iberia. No obstante, las estadísticas muestran que los porcentajes más elevados de recorte de vuelos son los de Ryanair  (-26%) y de EasyJet (-40%). En la medida en que el Plan de Transformación de Iberia tenga éxito, conseguiremos levantar la terminal 4 de Madrid. Es más, de enero a agosto, los pasajeros de Iberia en Barajas han caído un 14%, pero es que Ryanair ha reducido capacidad en un 26% y Easyjet lo ha hecho en un 40%. Si Madrid fuera una bicoca estas dos últimas no estarían saliendo del aeropuerto».

En este contexto la dirección de Iberia ha reaccionado, señalando el presidente, Antonio Vázquez, que ninguno de los males de Iberia provienen de sus fusión y que la operación se planteó entre iguales. Una línea similar a las declaraciones del consejero delegado, Luis Gallego, que manifestó que en la medida que el plan de transformación de la compañía tenga éxito se producirá una revitalización de la T-4.

En este panorama de petición de información del Gobierno sobre la situación de Iberia y las declaraciones, el grupo IAG celebrará esta semana una junta extraordinaria de accionistas que tiene como objetivo aprobar la adquisición de 36 aviones para British Airways y otros 62 para la flota de Vueling. Asimismo en la junta se ha incluido el nombramiento de Enrique Dupuy como consejero ejecutivo.

Por otro lado, las aerolíneas internacionales han recortado su pronóstico de beneficio operativo para 2013 en un 8% a 11.700 millones de dólares (8.664 millones de euros), con un crecimiento más débil en zonas de Asia y un empeoramiento en la caída de la demanda de transporte de mercancías.

La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), que representa a unas 200 aerolíneas, ha manifestado que en la reducción de 1.000 millones de dólares a su previsión anterior para toda la industria en junio también se refleja el aumento en los precios del petróleo derivado de la crisis en Siria.