La toma de control de la estadounidense Smithfield Foods por el grupo chino Shuanghui, que ha supuesto que el citado grupo asiático se convierta en el principal accionista del grupo cárnico Campofrío, no se va a derivar, en principio, en una operación que pueda ser considera hostil por parte de los socios españoles. Aunque baje del actual 36,9 % heredado de la empresa estadounidense hasta algo menos del 30%, se mantendrá como primer socio de la compañía española, pero con una posición que es cómoda para todos.
La compañía china ha alcanzado un acuerdo con la CNMV por que el se ve liberado de lanzar una opa y cuenta con tres meses para desprenderse de alrededor del 7% del grupo fundado en Burgos. Y, aunque con el 28% o 29% encabezará el ranking de accionistas, seguida del fondo de capital riesgo Oaktree, con cerca del 24%, y de la familia Ballvé, fundadora de la empresa, que tiene actualmente un 13%, pero se decanta como posible comprador del paquete del que deberán desprenderse el grupo chino. Los Ballvé han defendido la independencia de la empresa, desde que salió a Bolsa, frente a intentos de la competencia o de otros inversores por hacerse con el control, y han mantenido una posición relevante. La actual capitalización bursátil se eleva a 560 millones de euros.
En el escenario que ahora se abre, Pedro Ballvé, presidente de Campofrío, describe la operación como una oportunidad para aumentar las exportaciones hacía una país que es el primer consumidor de carne de cerdo del mundo y en el que además el crecimiento es más rápido. Es una conclusión casi en la misma línea que el lanzado por el presidente Smithfield Foods, C.Larry Pope, que señaló después de la junta que aprobó la compra que la cooperación entre ambas empresas brinda una oportunidad para entrar en el amplio mercado chino de la carne de cerdo.
Pero los mensajes tienen una doble intención: que la entrada del nuevo accionista les permitirá mejorar sus exportaciones dadas las crecientes necesidades de materias primas, también de alimentación, de China, y, por otro lado, que los productos que se comercialicen en Occidente, en este caso en España, tendrán el mismo origen que hasta ahora, con los mismos criterios de calidad.
Pese a que la «no opa» se ha traducido en caída del valor en Bolsa, los expertos señalan que Shuanghui le conviene quedarse en la empresa española ya que así mantendrá el control de la parte europea de Smithfield y, por tanto, gran parte del mercado a nivel mundial. Desde Bankinter se indica que Campofrío factura 2.000 millones de euros al año, que ha empezado a mejorar sus beneficios en 2013 y podría ser un activo estratégico para mejorar su posicionamiento en Europa.
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