Fuente: Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas

Las previsiones de cierre del ejercicio presupuestario de este año elaboradas por el Ministerio de Hacienda revelan una pérdida de recaudación fiscal de 2.340 millones.

Sin embargo, la pérdida es mayor en los impuestos que más afectan a los ciudadanos. Es el caso del IRPF donde la recaudación será este año de 2.233 millones inferior a lo previsto. En IVA se dejarán de recaudar 1.260 millones de euros respecto a las previsiones presupuestarias. Todo ello supone una merma de casi 3.500 millones.

Si a esto le añadimos que en impuestos especiales se recaudarán 752 millones menos de lo previsto, la merma de recaudación por los tres tributos que más afectan a los ciudadanos respecto a lo estimado cuando se hicieron los presupuestos se eleva a 4.245 millones de euros.

Solo el Impuesto de Sociedades ha salvado a Hacienda ya que ha crecido su recaudación en 2.169 millones de euros respecto a lo previsto. Para este tributo se aprobaron unas medidas de mayor ajuste fiscal.

Y esto es lo que no ha pasado especialmente ni con el Impuesto sobre la Renta ni con el IVA a pesar de haberse aumentado los tipos.

Si el objetivo era aumentar la recaudación para reducir el déficit, no parece que el efecto haya sido bien logrado ya que las previsiones no se han cumplido en ambos impuestos y por lo tanto han contribuido menos a ese objetivo. Lo mismo ha ocurrido con los especiales.

Por el contrario han penalizado el poder adquisitivo de los españoles deprimiendo uno de los motores del crecimiento como es el consumo. Y sin movimiento económico tampoco hay trabajo. En este sentido otro efecto negativo ha sido sobre el empleo, a juzgar por los datos, ya que se ha pasado de una tasa de paro del 25% en 2012 al 26,6% en 2013.

Y si nos fijamos en la evolución de la economía, los resultados no son tampoco optimistas ya que el PIB caerá este año el 1,3%. Todo ello lleva a pensar si Rajoy y su equipo económico, además de no cumplir con su electorado en materia fiscal han logrado el efecto contrario al que pretendían y llevado a la economía a una mayor depresión.

Un dato para el debate teniendo en cuenta que en las aguas ideológicas en las que han «bebido» los dirigentes populares, se ha defendido la rebaja de impuestos como motor de la economía y el empleo. Justo lo contrario de lo que están haciendo Rajoy, Guindos y Montoro.