SEPI cerrará 2014 con beneficios de 230 millones y sin reducir la plantilla

07/10/2013

diarioabierto.es. Su presidente, Ramón Aguirre, ha confirmado en el Congreso que que habrá estabilidad en el empleo en el grupo y adelanta un incremento del 6% en la cifra de negocio.

El presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), Ramón Aguirre, ha adelantado este lunes que el grupo cerrará el año 2014 con unos beneficios de 230 millones de euros y sin necesidad de reducir su plantilla, más allá de las bajas que se registren por «factores vegetativos», es decir, por jubilaciones, fallecimientos o marchas no sustituidas.

Durante su comparecencia ante la Comisión de Presupuestos del Congreso, Aguirre ha señalado que la Intervención General del Estado ha emitido un «informe de auditoría limpio» sobre 2013, ejercicio que se cerrará con 455 millones de euros de beneficio y 811 millones de euros de Tesorería, por lo que no será necesario que apele a los presupuestos. «El grupo SEPI no va a tensionar ni a afectar ni impactar en el déficit público. El funcionamiento del grupo no le costará ni un céntimo adicional a los ciudadanos», ha añadido.

De este modo, para el próximo ejercicio el objetivo es cerrar las cuentas con 230 millones de euros, que llegarían a los 350 millones si no fuera por la contribución de SEPI a los compromisos laborales derivados de las reconversiones industriales de astilleros y la minería. Así, se «iniciará una senda de beneficios que, en el horizonte de 2017, no se verá alterada salvo elementos no previstos», encadenándose cinco ejercicios en positivo.

Estabilidad en el empleo

Esta «constante creación de resultados positivos» permitirá mantener la deuda del grupo en el 4% del balance total, lo que es «extremadamente bajo», mientras que la cifra de negocio se incrementará el próximo año casi un 6%, hasta los 4.480 millones de euros.

«Estas magnitudes me permiten afirmar que las plantillas consolidadas de todo el grupo, actualmente en 73.894 trabajadores, tendrán un descenso del 2,8% hasta quedar en 71.795 empleados, pero sólo por factores vegetativos», ha destacado Aguirre, que ha hecho un reconocimiento a los funcionarios por su labor diaria, cuando «no pasan por un buen momento ni de opinión ni de retribución».

Además, ha destacado que Ensa y Enusa están «en permanentes beneficios» gracias a «una política de apertura a los mercados internacionales y a una avanzada política de I+D+i», lo que permite que ambas «consigan año tras año más contratos».

Esto hace necesario que ambas empresas contraten nuevo personal cualificado, lo que contrasta con la prohibición de contratación en el sector público dictada por el Gobierno, si bien Aguirre ha apelado a que se puedan «incorporar con inteligencia nuevas personas a las plantillas» de estas dos compañías para que «puedan hacer frente a sus grandes compromisos internacionales».

Desviaciones en las cuentas de 2013

Tras desgranar estas previsiones, Aguirre ha respondido a las dudas de la oposición sobre su fiabilidad recordando que las desviaciones registradas en 2013 se deben a dos instrucciones de desinversión que no estaban previstas inicialmente, adicionales a la salida de Hispasat, que sí se había recogido en los presupuestos.

En concreto, se ha referido a la salida de EADS, donde se vendió el 1,5% de participación -valorada en los libros a 1,8 euros por acción- por 44,4 euros, lo que arrojó un beneficio de 508 millones; y a la entrada en el capital social de Indra con 337 millones de euros para comprar un paquete de acciones que, «a las pocas semanas, valían ya 384 millones». «Eso ha producido en los libros de SEPI un trastoque y una desviación», ha dicho.

No obstante, ha puesto en valor estas operaciones, porque han permitido «fortalecer la cartera de participadas en 337 millones, aumentar la autonomía financiera del grupo en 171 millones e incrementar las ganancias latentes en 47 millones». Por eso, y a pesar de que no sería necesario a la luz de las cifras para el próximo ejercicio, Aguirre ha rechazado dar un «no rotundo» a si habrá desinversiones el año que viene porque «el mercado es dinámico y si hay alguna oportunidad especial habrá que tomar decisiones».

El presidente de la Sociedad también ha mencionado algunos objetivos estratégicos de SEPI para el próximo ejercicio, cuando se expandirá a todas las empresas del grupo el criterio de transparencia a través de la constitución en sus consejos de administración de un comité de auditoría; y además se incrementará un 27% la aportación al I+D+i, que pasará de 91 a 118 millones de euros.

Saeat, Mercasa y Tragsa

A renglón seguido, Ramón Aguirre se ha referido a algunas de las empresas participadas por SEPI, destacando los beneficios y la «sólida» implantación de Saeat y Mercasa en sus respectivos ámbitos; y ha valorado el saneamiento vivido en Tragsa gracias al plan de pago a proveedores del Gobierno, que se ha complementado con nuevas encomiendas para la compañía.

«Espero que el beneficio del plan de proveedores a la economía española no termine con los efectos de ejercicios anteriores; me gustaría de hecho que hubiera un nuevo plan para que las administraciones públicas pudieran todas eliminar las deudas en los pagos a operadores privados. Pero Tragsa ha sido una gran beneficiaria, con aproximadamente unos 350 millones», ha señalado.

Sin embargo, pese al «gran saneamiento» que han permitido esos fondos, Tragsa ha visto caer sus encomiendas, lo que ha llevado a la formulación de un expediente de regulación de empleo (ERE) que, según Aguirre, ha sido «pactado con sentido común» con el objetivo de «ajustar racionalmente la sobredimensionada plantilla» de la compañía, de tal manera que se pueda aspirar a tener beneficios.

«Por eso, le pido a los representantes de lo social que tengan una sensibilidad especial con este ERE», ha dicho, haciendo un llamamiento a los sindicatos para que el proceso «salga lo mejor posible» y que se pueda entrar en beneficios a partir de 2014.

Cetarsa y Hunosa

También ha hecho referencia a la empresa de manipulación de tabaco Cetarsa, que «está llevando a cabo una gran labor», aparcando las «prácticas anómalas» que se detectaron en una auditoría interna, y «sustituyendo los contratos privilegiados por un tratamiento igualitario a todos los productores de tabaco».

Gracias a eso, Cetarsa «ha incrementado su volumen de ventas en un 20% y ha mejorado sus precios un 4% de media», lo que contrasta con la tendencia histórica de la compañía, que «en los últimos ejercicios venía perdiendo volumen de ventas y manteniendo precios deficientes», ha añadido.

Con respecto a Hunosa, ha destacado que el próximo año deberá tomar decisiones con respecto al fin de las ayudas públicas para el año 2018 decidida por Bruselas y al plan de empleo vinculado al convenio colectivo y al marco de ventas de carbón a las eléctricas, que vence en 2014 y que «deberá respetar el mandato de la reforma laboral».

«Hay un mandato europeo consistente en que las cuencas mineras que no sean rentables sin ayudas europeas hay que cerrarlas, y en el acierto de que demos con un plan de empresa que permita compaginar nuevas líneas de negocio podremos estar hablando de que la plantilla de Hunosa, de 1.800 empleados hoy, se vea minorada en la menor cantidad posible», ha reconocido.

Por último, Aguirre ha expresado su satisfacción con las 900 becas que la Fundación SEPI ha ofrecido en 26 convocatorias a través de diferentes empresas del Ibex y que espera que puedan seguir sirviendo para la formación de jóvenes profesionales.

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