Repsol analizará nuevas inversiones para no diluir tamaño e ingresos

13/10/2013

Tania Juanes. Si bien la prioridad es contar con un rating que no encarezca sus operaciones en los mercados, la compañía no quiere mermar su perímetro por las desinversiones en marcha

Las desinversiones suelen ser bien recibidas por los mercados y los analistas, en la medida que reducen deuda y cargas financieras, y pueden además mejorar los ratios del balance. Pero la venta de activos y filiales tiene un efecto a la baja en ingresos y casi siempre en los resultados brutos de explotación (Ebitda). Este es un escenario al que Repsol se enfrentará en los próximos meses, cuando se materialice la venta de los activos de gas natural licuado (GNL) a Shell, operación que se acordó el pasado febrero y que está previsto que se cierre antes que concluye el año.

Esta operación tendrá un efecto significativo en las cuentas del grupo que preside Antonio Brufau, al que podría añadirse el referido a una eventual venta total o parcial de su participación en Gas Natural, de la que posee el 30% del capital -más de 4.300 millones de euros-. En este contexto estudiará inversiones o compras de las oportunidades que se están abriendo en mercados con elevada seguridad jurídica, en el entorno de los países de la OCDE.

No obstante, es una baza que sólo llevará a cabo con un absoluto control de los riesgos, ya que mejorar el rating que adjudican las agencias de calificación es una prioridad para una compañía que, si bien cuenta con liquidez, mantiene una fuerte actividad en los mercados financieros. Además la petrolera cuenta a partir de ahora con un aumento gradual de los ingresos provenientes de la puesta es explotación de yacimientos de hidrocarburos en los que invirtió en su anterior plan estratégico, algunos ubicados en Brasil, pero también en Rusia y en países africanos.

Las oportunidades, según expertos de esta cosmopolita industria, emergen en diversas partes del planeta, pero más en Estados Unidos y Canadá, en primera línea de seguridad jurídica, así como en Rusia, el inmenso Brasil y ahora en México, hacia donde se dirigen los focos de las multinacionales del sector. Allí se desarrolla la conflictiva apertura de la actividad de exploración y producción de hidrocarburos -que precisa de cambios en la Constitución- y que va unida al cambio de estatus de Pemex. Cambios que parece que van a contar con una estructura legal sin fisuras ante una posible extralimitación en la actuación de los Gobiernos mexicanos.

La compañía española, pese a las en ocasiones difíciles relaciones con Pemex, que cuenta con casi el 10% del capital de Repsol y con intenciones de desinvertir, está bien posicionada ante este proceso por su tecnología y por los proyectos que ya desarrolla en la nación azteca. En su plan estratégico, Repsol indicó su intención de invertir en el entorno de los 19.000 millones de euros para incrementar su actividad de exploración y producción, con la vista puesta en especial en Estados Unidos, Brasil, Rusia y América Latina.

Repsol ya ha superado en sus resultados, aunque no en reservas de hidrocarburos, la expropiación de YPF por parte del Gobierno de Argentina en abril del año pasado. También sus acciones han superado el efecto YPF , y cerró el viernes a 18,5 euros por título, con un alza anual del 20%.

La venta del negocio de gas natural licuado (GNL) al grupo angloholandés Shell se pactó por un importe de 6.653 millones de dólares, lo que le permitirá, como se dijo en el momento del acuerdo, reducir en más de la mitad la deuda neta de la compañía (sin contar Gas Natural Fenosa), hasta los 2.200 millones de euros. Shell paga 4.400 millones de dólares en cash y asume compromisos financieros  por 1.756 millones de dólares) y deuda por 497 millones de dólares en sociedades no consolidadas. El pacto permite al grupo que dirige Brufau obtener unas plusvalías brutas de 3.500 millones de dólares, que se quedará en unos 1.400 millones de dólares.

La complejidad de la operación, que afecta a otras empresas y activos ubicados en varios países, es lo que está dilatando la materialización de la operación, pero sin que en el proceso que se sigue se hayan cuestionado las valoraciones realizadas. El viernes anunció la compra por BP de su participación en Bahía Bizkaia -activo que estaba en el paquete a vender a Shell-, ya que el grupo británico ha ejercido su derecho su derecho de adquisición preferente. El acuerdo con BP no altera el proceso de venta del resto de activos de GNL a Shell, que prosigue según el calendario previsto.

 

¿Te ha parecido interesante?

(+1 puntos, 1 votos)

Cargando...

Aviso Legal
Esta es la opinión de los internautas, no de diarioabierto.es
No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
Su direcciónn de e-mail no será publicada ni usada con fines publicitarios.