Debido a estos errores, más del 50% de la factura eléctrica se destina en la actualidad a conceptos ajenos a la producción y distribución de energía, como impuestos, financiación de eficiencia energética, primas… «Son decisiones políticas», señaló Galán.

Para el presidente de Iberdrola, «Solo eliminando las subvenciones a tecnologías inmaduras como las termosolares, que suponen el 20% del coste de la energía y producen únicamente el 5% de la energía, se podría reducir la factura de los consumidores en casi un 10%».