Ha pasado de ser la reina de Ortega y Gasset y la señora del fotocol, a los anuncios de ambientadores y ahora, al sector alimentación. Anunciará hamburguesas. Sí, un estilo de comida rápida, también llamada «comida basura», aunque seguramente sin motivo, porque las carnes serán buenas, la verdura fresca y el pan sin aditivos. Carmen Lomana une su imagen –un tanto devaluada por exceso- a la comida basura. ¿Motivo? Puede ser el dinero o puede ser un irrefrenable deseo de estar a todas horas en nuestras vidas.

Michael Jackson anunciaba Pepsi, Sakira Seat, Penelope Cruz eructaba con Coca-Cola y George Clooney se hace nespressos. Por qué razón Carmen Lomana no puede comer hamburgesas? Ella es una mujer de lo más actual, normal y divertida. Pues sí, su whopper con queso y doble de pepinillos, con su mostaza chorreando y su tomate ketchup envuelto en una servilleta de papel dorado y con pailletes puede marcar un antes y un después en el sector de la comida basura. Genial, a pringarse con estilo. La hamburguesa ha entrado en su vida, igual que lo hicieron los mercadillos “esas cosas que hay en las calles, por los pueblos…” (Lomana dixit)

Me muero por ir a la presentación para prensa, en su Burriquin insignia. En ese al que irán Lomana y su chófer a merendar. Acabaremos todos pringados de hamburguesas y oliendo a cebolla frita, mientras Carmen nos enseña a comer su hamburguesa favorita con estilo y brilli-brilli. Ya tenemos reina del pueblo y ahora nace la reina de la hamburguesa, la Burger Queen. Viva, Carmen por lista y por saber aprovechar sus oportunidades. Me alegro mucho pero esta nueva etapa, que coincide con el cese temporal de su noviazgo, espero que no le haga darse a la hamburguesa para superar la ruptura y se ponga como la cerdita peggy. Deja a Eduardo pero se une a la hamburguesa. Confío en que ya tenga a unos cuantos galanes rondándole. Me parece bien, no le hace mal a nadie y tiene todo el derecho del mundo a aprovechar sus oportunidades publicitarias y sus posados en los fotocoles. Lo que no me gusta es que haga periodismo. Ya no hay lomanismo pero sí cariño. Está sola y es buena gente. Por cierto, el nombre de Burguer Queen es un invento mío, no existe –de momento- esa hamburguesa.