El objetivo del Banco Popular para final de año está fijado en 600 millones de euros en plusvalías extraordinarias por las ventas de carteras de créditos y otras desinversiones. En el primer semestre, ya llevaba 370 millones, gracias a desprenderse del negocio de recobro de créditos dudosos (vendido a EOS Group con 133 millones de plusvalías) y de dos carteras de créditos fallidos (a Percy Capital y a Salvia AM, la plataforma de recobro vinculada a Javier Botín, uno de los hijos del presidente del Banco Santander).

Con la Operación Miró, como se ha bautizado internamente la venta de una cartera de préstamos fallidos por un importe de 200 millones, está garantizado que se superará ampliamente ese objetivo. El Popular guarda otro as en la manga por si fuera necesario para redondear mejor el ejercicio: la venta de otra cartera de créditos fallidos, ésta de unos 1.000 millones de euros.

Una decena de fondos ‘buitre’ u oportunistas, como prefieren ser denominados, ha mostrado interés por la cartera de la Operación Miró, formada en un 75% por préstamos a empresas, fundamentalmente pymes, algunas en concurso de acreedores, y en el resto, créditos de consumo de particulares. El 90% de estas operaciones de financiación se encuentran ya en fase judicial.

El banco espera que se concreten las ofertas vinculantes la semana que viene, lo que facilitará cerrar la venta cuanto antes y apuntar las plusvalías en este ejercicio. En 2012, el banco vendió cuatro carteras de créditos fallidos, tanto hipotecas como consumo.

Candidatos para Aliseda

Pero la gran operación es la venta de Aliseda, la división inmobiliaria del Popular, con 12.000 millones en activos del ladrillo, 8.000 millones en préstamos (fundamentalmente, a promotores), y 285 empleados. En el paquete, por el que el banco ha recibido ofertas vinculantes de seis fondos (Cerberus, Centrebridge, Fortress, W. Ross, Kennedy Wilson y Lone Star) que oscilan entre los 600 millones y los 700 millones, entra un contrato de gestión de los inmuebles y créditos hipotecarios del Popular durante diez años.

El banco se encuentra ahora en la fase de selección de tres o cuatro finalistas, y es probable que la venta de Aliseda pueda cerrarse antes del final del ejercicio.

Además de las plusvalías, que siempre son bienvenidas y más en estos momentos de menores ingresos, estas desinversiones reducen el balance, los activos ponderados por riesgo, y por tanto el consumo de capital.