CCOO y UGT ven «imposible» alcanzar un acuerdo con el Gobierno para la reforma de las pensiones ante su negativa a retirar o modificar el índice de revalorización y el factor de sostenibilidad de las pensiones que ha diseñado y que, en opinión de las sindicatos, «empobrecerá» a los pensionistas.

Así lo han trasladado a la prensa la secretaria de Política Social de UGT, Carmen López, y su homólogo en CCOO, Carlos Bravo, tras reunirse en la mañana de este viernes en el Ministerio de Empleo con el secretario de Estado de la Seguridad Social, Tomás Burgos, y con representantes de CEOE y Cepyme.

Los responsables sindicales han calificado este encuentro de «frustrante» y han reconocido que, si el Gobierno no cambia de idea y se muestra dispuesto a modificar su propuesta, las posibilidades de llegar a un consenso son «prácticamente nulas». «Nosotros lo vemos imposible», ha subrayado López.

Durante la reunión, que ha durado más de dos horas, los responsables sindicales han vuelto a reclamar al Gobierno que retire su reforma de pensiones por el impacto negativo que tendrá sobre los pensionistas, a lo que el Ejecutivo se ha negado «rotundamente». «Si ellos no mueven ficha, nosotros tampoco. No vamos a apoyar esta reforma y vamos a mantener nuestra posición», ha defendido López.

No hay tiempo para negociar

El responsable de Protección Social de CCOO, por su parte, ha denunciado que el Ejecutivo acude a esta negociación con una «restricción temporal y de contenido», ya que tiene comprometida esta reforma con Bruselas para antes de finales de año. «Estas restricciones son, ahora mismo, un obstáculo insalvable», ha subrayado Bravo.

Pese a que sindicatos y Gobierno están lejos de encontrar un punto de encuentro, CCOO y UGT han señalado que seguirán acudiendo a la mesa de negociación con la esperanza de que el Ejecutivo recapacite.

Pero como eso lo ven complicado, van a recurrir a los Grupos Parlamentarios para plantearles los motivos que les llevan a rechazar esta reforma y presentarles su alternativa. Los sindicatos confían en que esta ‘ofensiva’ parlamentaria y la movilización social lleven al Gobierno a cambiar de idea y a no «aprovechar» la crisis para acometer una reforma estructural en el sistema de pensiones.

Burgos reconoce que “no hay consenso”

Por su parte, el secretario de Estado de la Seguridad Social, Tomás Burgos, ha reconocido que «no hay consenso» en torno a esta reforma, pero ha añadido que lo que sí hay es «un deseo compartido» de trabajar para asegurar el sistema de pensiones.

Burgos ha señalado que la de hoy ha sido una «reunión más» y que todavía quedan meses por delante para intentar llegar a un acuerdo, que el Gobierno buscará, según ha dicho, «hasta el último momento». Lo que no va a hacer el Ejecutivo es retirar su propuesta porque eso, ha indicado, sería «lo más cómodo, lo más sencillo y lo más inútil».

Así, ha subrayado que «las poses valen de poco» y que «lo que vale son las propuestas, las alternativas y las enmiendas», pero no a la totalidad de la reforma, como han planteado algunos Grupos Parlamentarios, sino las enmiendas parciales, que pueden convertirse en «aportaciones valiosas».

Burgos ha manifestado que el Gobierno mantiene una «actitud abierta» al diálogo y que su intención es la de incorporar al proyecto de ley de reforma de las pensiones «todo lo que haya de común» en las propuestas de los agentes sociales, si bien ha apostillado «que ellos mismos defienden posiciones distintas».

La contestación sindical a esta afirmación no tardó en llegar. López y Bravo, que hablaron con la prensa después de hacerlo Burgos, se han dado prisa en aclarar que CCOO y UGT van de la mano en esta negociación y que su propuesta es coincidente.

En opinión de los responsables sindicales, que el Gobierno se agarre a que las posiciones de los agentes sociales son diferentes es una mera estrategia «para desviar la atención». Los representantes de CEOE y Cepyme, por su parte, no han querido hacer declaraciones al término de la reunión, pero tienen intención de remitir su propuesta en las próximas semanas.