El nuevo plan estratégico de Gas Natural tiene claramente dos periodos: 2014-2015, con objetivos y proyecciones bien definidas, y desde ese último año hasta 2017, que cuenta más con aspiraciones y previsiones que compromisos. Y es que como señalaron tanto el presidente del grupo, Salvador Gabarró, como el consejero delegado, Rafael Villaseca, los interrogantes en los mercados y, en ocasiones, su rápida evolución no permiten cerrar las cifras en un horizonte demasiado amplio. Con todo, el grupo energético prevé sentar una sólida base en los dos próximos años para «acelerar el crecimiento a partir de 2015».

Un crecimiento que tiene puntos comunes en estos años con los anteriores ejercicios: dar prioridad a la disciplina financiera y remunerar a los accionistas. Y dadas las circunstancias del mercado eléctrico es España, que se prolongarán previsiblemente a medio-largo plazo, centrar las inversiones en el exterior, como América Latina; en la distribución del gas -también en España-, así como en el negocio de trading de gas natural licuado (GNL).

Pese a que este contexto es complejo en sí, las relaciones con Repsol, su segundo accionista con un 30% del capital y en disposición de desinversión, fue uno de los temas que centraron el interés en el acto de presentación del plan estratégico. Salvador Gabarró manifestó que la compañía está satisfecha con la actual situación en su accionariado, y que la petrolera que preside Antonio Brufau ha aportado su capacidad y conocimientos a lo largo de esto años, Y aunque la decisión corre a cargo del accionista, así como la elección del comprador, añadió que Gas Natural va a echar en falta a Repsol. No quiso pronunciarse por la idoneidad o incompatibilidad de una eventual entrada de la china Sinopec en el accionariado.

En relación a la compañía Stream, participada por ambas empresas, Gabarró manifestó que es lógico que Gas Natural la absorba la participación de Repsol, un vez concluya el traspaso de sus activos de GNL (gas natural licuado) a Shell, puesto que la petrolera dejará de tener intereses en ese área.

Los directivos de Gas Natural se mostraron satisfechos de la evolución de la deuda y los ratios financieros desde la compra de Fenosa, que quedará reducida hasta los 13.000 millones de euros en 2015. Además el Ebitda (resultado bruto de explotación) obtenido en el exterior seguirá creciendo hasta el 45% en 2015. El impacto de las normativas aprobadas por el Gobierno, la ley eléctrica está todavía en fase de tramitación parlamentario, restarán a los resultados 600 millones de euros al año.

Pero los responsables de Gas Natural son optimistas respecto a que el Ejecutivo cumplirá con sus compromisos para que el déficit de tarifa que se ha producido a lo largo de este ejercicio no tenga que ser financiado por las empresas. También aportaron datos encaminados a mostrar que no es necesario un recorte en la retribución de la distribución de gas, ya que se trata de un sistema muy diferente al eléctrico que no genera un déficit preocupante.

En el área internacional, Gabarró un dato positivo para Gas Natural; la plan egipcia de Damietta, que ha estado paralizada por los conflictos de ese país, irá recuperando la actividad antes de fin de año para entrar en una fase que desembocará en la vuelta a la normalidad.