Nuevo giro en la dirección de Iberia, ahora en la presidencia. Antonio Vázquez ha sido sustituido por el consejero delegado de la aerolínea, Luis Gallego. Este cambio se produce, no obstante, dentro de una remodelación del grupo IAG, del que forma parte junto a British Airways. La compañía británica queda presidida por Keith Willians, mientras que Antonio Vázquez y Martin Broughton se «centrarán» en IAG, en donde se mantienen como por presidente y vicepresidente, respectivamente. Si bien, todo el equipo reportará al consejero delegado, Willie Walsh, que se confirma como el hombre fuerte del holding. El consejo de IAG queda en doce miembros, de los que dos son ejecutivos: el consejero delegado y el director financiero.

Vázquez deja la presidencia cuando las relaciones entre la aerolínea y el Gobierno español no habían mejorado, pese a la aprobación del plan estratégico, si bien los cambios de la cúpula se enmarcan en una necesidad de renovación después de tres años sin apenas cambios en el estructura surgida con la fusión

No obstante, se producen en una etapa todavía complicada para la aerolínea española, con una relación además difícil con el Ejecutivo, pese a la aprobación de plan estratégico. Un plan que se está implementando, pero a falta de acuerdos con los sindicatos relacionados con la competitividad. De ese pacto se espera avances en la viabilidad de la aerolínea, cambios en los resultados y, en definitiva, que quede asegurada su supervivencia. La compañía presentó en octubre la nueva imagen de la aerolínea, actuación que se quiso relacionar con la apuesta de IAG por la compañía española.

Y es que semanas después del verano, volvió a emerger una nueva crisis entre el Gobierno y la compañía. Esa vez iniciada por el ministro de Industria, José Manuel Soria, que se unió a las críticas a los efectos de la fusión de Iberia con Bristish Airways para dar lugar a IAG. En su opinión, la aerolínea española había perdido fuerza con la operación, mientras que British Airways había ganado.

De la nueva «campaña» formó también parte la titular de Fomento, Ana Pastor, quien había sido la protagonista de la oposición del Ejecutivo español al plan estratégico inicial de IAG para Iberia. Las críticas posteriores se centraron en un eventual efecto negativo de la anulación de rutas de Iberia en la crisis de la T-4 e, incluso, en el turismo de Madrid. A partir de ahí, el Gobierno anunció que la citada terminal del aeropuerto de Madrid-Barajas quedaba abierta a la competencia de empresas no comunitarias.

Antonio Vázquez llevaba cuatro años en el presidencia de Iberia, cargo que ocupó tras la dimisión de Fernando Comte.

Luis Gallego, ingeniero aeronáutico de formación, fue nombrado consejero delegado de Iberia en marzo de 2013 y con anterioridad fue consejero delegado de Iberia Express. También ocupó el cargo de director de operaciones de Vueling desde 2009, cuando la compañía se fusionó con Clickair. Antes de incorporarse a Vueling, fue uno de los fundadores de Clickair, la aerolínea de bajo coste en la que Iberia tenía una participación. Entre 1997 y 2006, Gallego ocupó diversos cargos en la compañía aérea regional Air Nostrum.