La crisis es la gran excusa de la picaresca de los conductores y un campo muy fértil para la actuación de bandas y redes organizadas de delincuentes, abonado también por la elevada permisividad o justificación social hacia el fraude al seguro. “La crisis es un estímulo para el fraude”, señala Francisco Valencia, director de Gobierno Corporativo de Línea Directa, en la presentación del 2º Barómetro del Fraude en el Seguro de Autos. El fraude detectado se ha multiplicado por dos desde el 2% de 2009 al 4% en 2012. Y el real oscila entre el 8% y el 10%, según las estimaciones de la aseguradora de Bankinter.

Autos supone el 73% de todos los casos de fraude al seguro, frente al 23% de Multirriesgos, o el 4% de Accidentes, Vida y Salud. El Barómetro se basa en un análisis de los 1,8 millones de coches asegurados por Línea Directa, que ha detectado más de 30.000 fraudes, pero sus resultados están en la línea de estudios similares realizados por Icea. Llama la atención que Línea Directa, que vende pólizas por Internet, teléfono y redes sociales, haya detectado falsos mediadores que comercializan sus seguros.

El coste de ese fraude se ha disparado el 28,5% desde el primer Barómetro, superando los 1.000 millones de euros. Una cifra que triplica la suma de los cuatro planes Pive de ayuda a la compra de vehículos en España. La conclusión de Línea Directa es que cada asegurado abona un 16% más en su póliza anual por culpa del fraude, el 52% más que en 2009, ya que cuanta más siniestralidad, más riesgo y, por tanto, primas más caras. En la prima media de un seguro a Terceros, el más habitual, son 38 euros los costes anuales asociados al fraude.

El asegurado comete el 72% del fraude. El conductor contrario implicado en el siniestro, el 22%. El reparador, el 2%. Y el 4%, otros profesionales. El 91% son daños materiales, y el 9%, lesiones corporales (el 98%, simulación o agravación de éstas). Tres de cada cuatro fraudes son por daños ajenos al siniestro. El 11% son de proveedores: las estafas de los talleres de reparación se han multiplicado por tres desde 2009. El 9%, en el montaje. El 2%, en averías. Otro 2%es hurto.

El mes con más fraude al seguro de Autos es julio, con el 12%, y el 35,28% del total se concentra en el período de vacaciones (de junio a septiembre). Febrero es el mes con menos fraude: 5,7%.

El 97% del fraude es en el seguro de coches, y está protagonizado por los colectivos más afectados por la crisis: los jóvenes, en el 44,9% de los casos, el 6,4% más que en 2009; y en las pymes, 23,2%, que baja el 5% respecto al anterior Barómetro. En motos, el fraude supone el 3%.

Bandas organizadas y ADN español

A Línea Directa le preocupa sobre todo el alza en el número de casos y en la cuantía del fraude protagonizado por bandas organizadas, especialmente porque precisan de la connivencia de peritos, médicos, abogados o talleres de reparación. Aunque sean menos numerosos, su cuantía económica es mucho mayor: el importe medio de un intento de estafa está en los 885 euros, y se dispara a los 2.858 euros, casi el triple, cuando anda de por medio una red de delincuentes.

Francisco Valencia señala que la normativa de protección de datos dificulta la comunicación entre compañías de casos de fraude, y por tanto la lucha contra estas estafas. Y también que en España, a diferencia de países como Estados Unidos o Reino Unido, no hay una tipificación penal específica para el fraude en seguros.

El 10,7% de los conductores encuestados por Línea Directa reconoce haber cometido “alguna vez” fraude al seguro del coche: el 31% incluyó más daños de los reales en el parte de siniestro; el 7% simuló un golpe con un tercero, y el 6% exageró sus lesiones. El 16,3% cometió el fraude “para arreglar daños sin pagar”, y el 11,3%, “porque lo hace todo el mundo”. El 33% no lo considera grave. Y el 30% lo haría “si la cuantía es pequeña o si quedase impune”, olvidando que se pueden enfrentar a penas de seis meses a 6 años de cárcel y a multas en función del coste de lo estafado. Y el 70% piensa que engañar al seguro “está en el ADN español”.

Pero esa justificación o permisividad social respecto al fraude al seguro no es exclusiva de España. En Estados Unidos, donde el fraude al seguro en general tiene un coste de 950 dólares por familia, es tolerado por el 66%. Y en el Reino Unido, que supone 50 libras por póliza de Autos, el 10% reconoce engañar a la aseguradora.