La Confederación Europea de Sindicatos (CES) ha propuesto un Plan de Inversiones europeo frente a la austeridad y la devaluación interna. El comité ejecutivo ha aprobado por unanimidad este jueves en Bruselas su propuesta de que la Unión Europea (UE) adopte con urgencia un Plan de Inversiones que promueva “una recuperación sólida” de las economías europeas y la adopción de un modelo de desarrollo económico sostenible y bajo en emisiones de carbono.

Los sindicalistas europeos esgrimen un estudio del instituto de investigación danés ‘Economic Council of the Labour Movement’ que afirma que la aplicación de este plan puede permitir una creación de hasta 11 millones de empleos en los diez años de su duración.

La CES considera que las políticas de austeridad y devaluación interna, promovidas por la ‘troika’ y muchos gobiernos nacionales como el español, han sido un “completo fracaso”. Advierte así que estas medidas han tenido unas consecuencias sociales “devastadoras” en términos de desempleo, pobreza y desigualdad, y unas repercusiones políticas “muy negativas”. “Su continuidad sólo produciría un estancamiento prolongado”, vaticinan desde la confederación sindical europea.

Para la CES, el crecimiento y el empleo sólo vendrán de la inversión y de una financiación adecuada. Por ello, se propone que la UE promueva un plan de inversiones de carácter europeo con una dotación de 260.000 millones de euros, el 2 por ciento del PIB europeo, cada año y durante diez años, explican en la confederación.

Las principales líneas de inversión del plan de los sindicatos europeos son: transformación del sistema energético; redes e infraestructuras de transporte y telecomunicaciones; educación y formación; reindustrialización; servicios públicos y privados como renovación urbana, salud y bienestar y promoción del agua sostenible; y vivienda social.

Para la realización del plan, se crearía un organismo europeo encargado de la dirección, coordinación, aplicación y supervisión de la inversión, una entidad controlada “democráticamente” por el Parlamento Europeo, y dotada de una comisión de seguimiento y control en la que participarían los interlocutores sociales europeos, destacan. También se utilizarían instituciones existentes, como el Banco Europeo de Inversiones (BEI), para su gestión técnica.

Tasa Tobin e impuesto a las grandes fortunas

Las modalidades de inversión propuestas son: inversión directa, préstamos a bajo interés, ayudas a la inversión y bonos proyecto.

Para su financiación, el organismo director del Plan emitiría bonos europeos a largo plazo, sostenidos por un capital inicial que aportarían los Estados miembros. Para la constitución del capital inicial se propone que los Estados tengan en cuenta los ingresos del impuesto a las transacciones financieras y un impuesto único a las grandes fortunas.

Durante la reunión, el comité ejecutivo de la CES también se ha puesto de manifiesto que la UE, de actuar unida, puede asegurar una financiación a bajos tipos de interés de los 2,6 billones de euros necesarios para los diez años. Esa cantidad sería la mitad de la que la UE ha empleado en salvar al sistema financiero en menos de cinco años.

La CES y sus organizaciones presentarán el plan de inversiones a las instituciones de la UE y a los gobiernos nacionales, con objeto de abrir un proceso de negociación para su adopción. Una propuesta que se dará a conocer en las movilizaciones sindicales convocadas entre el 17 y el 24 de noviembre en numerosos países de la UE, y sobre la que se desarrollará una intensa campaña de información, que se prolongará hasta la celebración de las elecciones europeas de mayo de 2014.