Fitur ha empezado un año más con la apuesta renovada por un sector que, en palabras de su responsable político, Joan Mesquida, vivirá un año en tránsito a la recuperación. De hecho, algunas patronales, como la de la Excelencia Turística (Exceltur) apuntan a un crecimiento de la actividad del 1%, escaso como para poder echar las campanas al vuelo.

En esta transición a la que nos ha llevado la crisis algunas cosas han cambiado. Como, por ejemplo, que si en 2007, el mejor de nuestra historia, éramos el primer destino mundial, superando a los mismísimos Estados Unidos, tres años más tarde nos encontramos en la cuarta posición, por detrás del mencionado Estados Unidos, Francia y China.

Y ha sido posible mantenernos en esas primeras posiciones gracias al “sacrificio” de los empresarios del sector que han ajustado márgenes, aguantado cuanto ha podido los precios e incluso asumido en el 80% de los casos el coste adiciones que supuso la subida en dos puntos del IVA.

Por tanto, lo que nos espera para este año es más de lo mismo, una leve recuperación. En el sector no se pide un rescate, sino reformas y coordinación entre las diferentes administraciones. No se puede olvidar que el turismo siempre ha sido uno de los motores de nuestra economía. Todo el esfuerzo realizado hasta ahora no se puede tirar por la borda. Hay que seguir avanzando y aprovechando todas las oportunidades que surjan. Incluido el conflicto sociopolítico que vive Túnez, país al que ya llegan siete millones de turistas.

Otra oportunidad, la llegada a nuevos mercados. La reciente estancia del viceprimer ministro chino sirvió para alentar la llegada de turistas de ese país. El Gobierno incluso ha llegado a poner número, al menos dos millones… a lo que el representante chino respondió ¿sólo dos? Teniendo en cuenta que hay más de un millón de chinos… tal vez debamos ser más ambiciosos.

Antes de la crisis, el sector había empezado a apostar por la calidad más que por la cantidad. Cerca de 60 millones de turistas es un listón que gustaba en 2007 y calidad suponía un tipo de turista más selecto, que dejara más ingresos… Pasada la crisis, al menos, en las zonas de costa el sector cree que está bien la oferta hotelera. Es decir, no se necesitan más hoteles. La apuesta debe ser por incrementar un 1,5% los ingresos y otro 1,5% la estancia media. Con estos objetivos, se podrían crear 130.000 empleos y que el sector crezca a un 3%, esto es, por encima de lo que se prevé en la propia economía y convertirse, una vez más, en uno de los motores que nos saquen de esta situación de “transición en la recuperación”.

El turismo, como el resto de los sectores, como la propia economía, está en transición. Hay que prepararlo para que tenga una buena salida de la crisis. La base es sólida, aunque el Gobierno parecen haber “aflojado” la apuesta. No se ahorra nada, pero en su última reestructuración, José Luis Rodríguez Zapatero, decidió que la secretaría de Estado de Turismo se convirtiera en secretaría general… lo que ha sembrado el malestar en este sector, que cada vez se siente menos representado.

Fitur, inaugurado esta semana por la reina Doña Sofía, vuelve a convertirse en el escaparate de España. Todas las comunidades están presentes, ofreciendo atractivas estancias y visitas, redescubriéndose hasta en la última piedra. Los subsectores, hoteles, agencias de viajes, compañías aéreas… dan a conocer sus últimas novedades y ofertas. Y, al mismo tiempo, todos los que aspiran a convertirse en potencia turística ven un paso obligado tener un stand en Fitur, una de las ferias de más prestigio del turismo mundial. No en vano, la sede de la Organización Mundial de Turismo está en Madrid. De ahí que el sector eche los restos en esta feria, aunque ahora estemos en la transición de la recuperación.