Las cooperativas aprovechan la reestructuración y ganan en créditos

17/11/2013

Miguel Ángel Valero. Estas entidades conceden financiación equivalente al 8% del PIB y ya superan el 6% de todos los préstamos del sector

La reestructuración del sistema financiero, que ha reducido las 48 cajas de ahorros existentes antes de la crisis a una docena, y el cierre del grifo de la financiación por parte de la banca ha permitido a las cooperativas de crédito ganar cuota de mercado. Estas entidades, mayoritariamente cajas rurales pero también cooperativas profesionales y laborales, han concedido financiación por más de 87.000 millones de euros. Una cifra equivalente al 8% del Producto Interior Bruto (PIB) español.

Este porcentaje se traduce también en una cuota de mercado ligeramente superior al 6% de todo el crédito que concede el sistema financiero. Exactamente, el 6,04%, que contrasta con el 5.24% de cuota que tenían las cooperativas de crédito en 2008.

En algunas zonas, como la Comunidad Valenciana, el peso de las cooperativas es mucho mayor: una financiación de 13.200 millones, que representa el 13% del PIB autonómico, y cuotas de mercado que llegan al 17,92% en Castellón y al 9,51% en Valencia.

En cuanto a depósitos, alcanzan los 94.000 millones, con un 8,5 % más que antes de la crisis, y una cuota de mercado que ha subido del 6,1 % de 2008 al 6,7% en 2012.

El profundo conocimiento del territorio y la cercanía a los socios y clientes facilitan la concesión de crédito, ya que las labores de estudio y seguimiento de las operaciones son mucho más sencillas Además, las cooperativas de crédito se vuelcan en autónomos, emprendedores y pymes, segmentos a los que los bancos son más reacios a la hora de prestar. “El sector es consciente de que en estos momentos hay que impulsar la economía, apoyando los proyectos de verdad, viables y de calidad, que generen empleo y riqueza”, explican en la Unacc.

 

Aprovechar el hueco

Hay otro factor que está siendo aprovechado por las cooperativas de crédito. Los cierres de sucursales (más de 5.000 sólo en 2012), y los ajustes de plantilla consiguientes, por parte de las cajas de ahorros y de los bancos por sus procesos de reestructuración y concentración han permitido a estas entidades captar clientes, tanto en activo como en pasivo. Y alejan en muchas zonas el temor a la exclusión financiera. Más del 35 % de las oficinas de las cooperativas de crédito se encuentra en poblaciones con menos de 5.000 habitantes. Y el 14%, en localidades con menos de 1.000 residentes.

En las pequeñas poblaciones, la rentabilidad de las sucursales es baja, y muchas entidades han abandonado ese mercado. En la Unacc estiman que el 8 % de la población española se encuentra ya en riesgo de exclusión financiera al no contar en sus lugares de residencia con sucursales. El ajuste de Bankia ha dejado 32 poblaciones de Valencia y de Castellón sin oficina bancaria. En localidades más grandes, lo que ha sucedido es que en muchas sólo se ha quedado una entidad, por las fusiones o porque los demás han abandonado la plaza, con la mudanza forzosa de los clientes.

Las fusiones también han llegado a las cooperativas de crédito, con la agrupación de una treintena de rurales en torno a Cajamar, la integración de la sevillana Rural del Sur y la de Córdoba, las seis entidades que forman parte del Grupo Solventia, las cuatro de Globalcaja, las dos de Bantierra y las cuatro de Caja Viva, además de la unión de Caja Laboral e Ipar Kutxa en LaboralKutxa. Estos movimientos han provocado el cierre del 6% de las oficinas, frente a más del 20% de las de cajas de ahorros.

Las rurales han evitado abandonar localidades donde eran ya las únicas entidades financieras. En otras, han concentrado sucursales. Y en algunas abren para ocupar el hueco dejado por las cajas. Camino por el que van a seguir en los próximos años, aunque tratando de evitar los errores que cometieron sus competidores en la expansión de la red comercial.

Pese a esta ganancia de cuota, las cooperativas de crédito españolas están muy lejos de sus colegas del resto de Europa: la francesa Crédit Agricole y el Rabobank holandés controlan un envidiable 20% de sus respectivos mercados nacionales.

Por eso Cajamar, la mayor entidad del sector y de las rurales y que ha conseguido aglutinar a más de la mitad del sector, impulsa la creación del Banco de Crédito Cooperativo, que imita el modelo del alemán DZ Bank (presente en el Banco Cooperativo Español, del Grupo Caja Rural) y que empieza a andar tras las asambleas generales de sus promotores, que se celebrarán el 28 de noviembre. En este proyecto, que  buscar “liderar el futuro de la banca cooperativa” en España, participan entidades que no pertenecen al Grupo Cajamar, como el Grupo Solventia, la Rural de Castilla La Mancha (antigua Rural de Toledo), o cinco rurales de Castellón.

 

Cédulas hipotecarias de Cajamar

Cajamar ha captado 750 millones de euros en cédulas hipotecarias a cinco años al 3,764%. Supone 114 puntos básicos sobre el tipo de la deuda del Reino de España a ese plazo. La demanda ha superado los 1.000 millones, y el 71,5% de los compradores eran inversores extranjeros. Es la segunda emisión que hace en el año, tras los 500 millones de cédula hipotecarias en mayo. La operación ha sido colocada por Crédit Agricole, Nomura, Banco Santander y Société Générale.

 

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