No me gusta ni un pelo el perfil de la sesión americana. Me dirán ustedes que subió, y llevarán razón, pero hay un matiz que me preocupa más que si sube o si baja. La sesión pasó de la euforia inicial a una suerte de pasotismo total y el cierre fue positivo por pura inercia. Y cuando eso pasa en una zona como la que estamos, mala cosa. Y si le añadimos que los tecnológicos se han puesto como locos a recortar, pues peor aún.

Las cosas no están nada claras. Día a día el mercado pierde fuerza y subir en una sesión a la baja no es la mejor manera de demostrar fortaleza, sino más bien lo contrario. Una apertura triunfal está bien, pero si aprovechan los de siempre el paso de las horas para «empapelar» al personal, que es exactamente lo que parece…

El mercado se ha sostenido exclusivamente por el avance de General Electric y el empuje del sector financiero. Fuera de aquí, nada de nada. Ni un solo sector potable y, encima, Google cayendo. Parece que se lo han pensado mejor los que primero hablaron maravillas de sus resultados y de sus cambios en la cúpula.

En fin, que yo aprovecharía el fin de semana si están dentro de algún valor americano, para ajustar el stop en el broker y evitar males mayores, porque tiene mala pinta. Exactamente el mismo resultado en una sesión de menos a más hubiera sido una reválida, pero así no. Ojalá me equivoque, pero la semana que viene puede ser la del recorte que lleva anunciándose ya bastante tiempo y que no termina de producirse.

En fin, que les dejo los datos del cierre. El Dow avanzó un 0,41%, el S&P 500 un 0,24% y el Nasdaq Composite se dejó un 0,55%. Una vez más los valores grandes se han salvado de la quema. La duda es cuánto resistirán.