La pérdida de poder adquisitivo de muchas familias se ve paliada por las generalizadas caídas de precios, o al menos tímidas subidas, que vienen dándose desde el comienzo de la crisis.

El IPC ha sufrido un fuerte descenso en octubre de 2013, según Funcas. Los precios subieron un 0,4% este mes, la mitad que el año pasado, y el resultado ha sido que el IPC ha descendido un 0,1%.

Las rebajas de precios se extienden desde los servicios telefónicos, de restauración, y del cuidado personal, hasta los servicios recreativos y culturales. En los dos últimos meses ya son unos cuantos el número de cines que han decidido ofrecer tarifas especiales un número determinado de días, con precios que oscilan entre los dos y tres euros y medio por entrada.

Como los cines son muchos los establecimientos que han decidido lanzar ofertas especiales con el fin de reactivar la buena marcha del negocio y volver a cifras positivas.

En los últimos días se ha sabido que en los últimos tres años el coste de las reparaciones de coches ha bajado un 5%, pasando de 1.015 a 964 euros la factura media, no obstante la facturación de los talleres ha caído un 21% en el mismo periodo de tiempo, revela un estudio elaborado por Audatex.

Hoy también se ha anunciado que el negocio de perfumería y cosmética en España y Portugal ha retrocedido más de un 17% desde 2007, y un 3,3% respecto al año pasado. Esta situación ha obligado a este colectivo a abaratar sus productos, cuando no ha sido necesario echar el cierre.

Otras disminuciones de precios las vemos a diario en la calle, los menús de los restaurantes estaban hace cinco años en una media de 13 euros mientras que ahora apenas alcanzan los 10. El sector de la restauración ha reducido su cifra de negocio desde que comenzase la crisis en un 35%, según un estudio de la consultora DBK.

La crisis en España y su consiguiente ajuste salarial han conseguido que muchas empresas vuelvan a traer sus equipos de producción a nuestro país, sobre todo la industria automovilística, textil, y juguetera. Según datos de Eurostat, el coste laboral de nuestro país es, junto con Portugal e Irlanda uno de los que más ha bajado en Europa.

Sin la bajada de precios la situación sería insostenible para los españoles debido a que es materialmente imposible mantener el nivel de vida a lo largo del tiempo si los salarios bajan y el coste de los servicios y productos sube.