La agencia internacional de calificación Standard and Poor’s (S&P) ha mejorado de “negativa” a “estable” la perspectiva de BBVA, Caixabank, ‘la Caixa’, Ibercaja, Cecabank, y de las filiales españolas del británico Barclays Bank, el Deutsche Bank y el francés BNP Paribas. Bankinter pasa de “estable” a “positiva”, y es el único banco español que logra ese calificativo.
Este análisis de S&P no incluye al Banco Santander ni a su filial Santander Consumer Finance, cuya calificación se mantiene en revisión con implicaciones positivas desde el 22 de noviembre. Hay analistas que pronostican una subida de nota de hasta dos escalones, además de una confirmación de la perspectiva “positiva”.
En cambio, mantiene en perspectiva “negativa” a los nacionalizados BFA-Bankia y NCG Banco, al Banco Popular, al Banco Sabadell y a Kutxabank. Argumenta que, a pesar de que el entorno operativo en España está mejorando, hay factores específicos de estas entidades, relacionados especialmente con la fortaleza del capital, que afectan negativamente a su calificación.
Mejor España y menos riesgos
S&P explica que la revisión de la mejora de la perspectiva de BBVA y de las filiales españolas de Barclays, Deutsche y BNP Paribas, está relacionada con la de España, que la semana pasada fue revisada desde “negativa” a “estable”.
Y precisa que en los casos de Bankinter, CaixaBank, La Caixa, Ibercaja y Cecabank esa mejora de la perspectiva se debe a que los riesgos que se observaban en el entorno operativo de España han disminuido. Implícitamente, S&P está diciendo que esos riesgos no se han atenuado en BFA-Bankia, NCG Banco, Banco Popular, Banco Sabadell y Kutxabank, y por eso se les mantiene en perspectiva “negativa”.
«Creemos que los bancos españoles han hecho avances significativos a la hora de reestructurar sus balances financieros, una tendencia que esperamos que continúe en el contexto de estabilización de la solvencia», argumentan en S&P. Al dar una de cal y otra de arena, la agencia internacional de calificación da a entender que no en todas las entidades se han producido “avances significativos” con la misma intensidad.
S&P ha precisado que no ha tenido en cuenta en su decisión el anuncio por parte del Gobierno de la modificación de la normativa sobre DTA, cuyo impacto en el sector comunicará en las próximas semanas si considera que afecta a la valoración de la solvencia de los bancos españoles.
Destaca que los bancos españoles han realizado «progresos significativos» en el reequilibrio estructural de sus perfiles de financiación en un contexto de estabilización de la deuda soberana. Aplaude el incremento de los depósitos, en cuanto consolida una fuente estable de financiación, y la notable reducción de la dependencia de los mercados. Y que la dependencia neta de los bancos de los fondos del BCE, aunque todavía es elevada (unos 234.000 millones) “tiende a reducirse desde los máximos de agosto de 2012”.
Pero la corrección de los precios de la vivienda en España continuará en 2014 y 2015, y la actividad económica seguirá siendo modesta, avisan los expertos de S&P, que precisan que las entidades españolas ya han asumido la mayor parte de las pérdidas relacionadas con el estallido de la burbuja inmobiliaria. «Creemos que la recuperación económica será modesta y gradual, liderada por las exportaciones”, señala el informe, que subraya que “la debilidad de la demanda doméstica continuará ejerciendo presión sobre la solvencia de los agentes del sector privado». Además, el sistema financiero español no logrará reducir sus activos problemáticos hasta 2015.
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