El mejor hombre es el que está atado. Es una de las frases rotundas que pronuncia Carmen Sotillos, versus Natalia Millán, en su monólogo de la obra de Miguel Delibes “Cinco horas con Mario” en el teatro Reina Victoria de Madrid. La actriz ha tenido que memorizar unos 140 folios y aunque la obra se estrenó en Valladolid en septiembre, el estreno en la capital siempre impone. El día H, no estuvo Lola Herrera para pasarle el testigo, pero sí el empresario teatral Enrique Cornejo, su mujer Mamen Díaz, el productor José Sámano y la directora Josefina Molina. Los cuatro ejercían de anfitriones de Koki Font, de los duques de Aveiro y de un grupo numeroso de actores, todos sentados en las primeras filas no perdían detalle del monólogo. Al final, en pie aplaudieron el magnífico trabajo de Natalia Millán. La verdad es que asomarse a la platea y verla rebosando de colegas tiene que imponer mucho respeto y que luego, te lo reconozcan en pie, es para emocionarse, que es lo que le pasó a la actriz.

La obra de una hora y cuarenta minutos de duración, sin descansos, estará en cartel hasta mayo y merece la pena, por disfrutar del buen trabajo de Natalia Millán y por supuesto de la obra del escritor vallisoletano. Una obra cruda, irónica, que retrata una sociedad llena de tópicos y de lugares comunes, que en algún momento provocan risas y en otros, indignación pero así es una sociedad que Delibes retrata con un lenguaje preciso y certero..