Además, el Gobierno está pendiente de alcanzar un acuerdo en la materia con los agentes sociales y de que se acelere el proceso de recapitalización de las cajas de ahorro, dos cuestiones que podrían suponer un paso importante para que España gane confianza en los mercados.

Hasta ahora, el Tesoro no ha dejado de cumplir sus objetivos. La última vez el pasado 18 de enero, cuando adjudicó 5.538,74 millones de euros en letras a 12 y 18 meses a tipos más reducidos que en las últimas subastas.

El organismo no tuvo problemas para captar liquidez de los mercados, a pesar de las dudas que aún se ciernen sobre la economía española, dado que las peticiones de los inversores se situaron en 13.947,56 millones de euros, casi el triple de lo adjudicado.

La emisión de mañana se realizará en un momento de menor tensión en los mercados, como se refleja en la prima de riesgo de España, que se situaba en los primeros compases de hoy  en 197 puntos básicos, su nivel más bajo desde principios de noviembre.

La última emisión de letras a tres y seis meses se celebró el pasado 21 de diciembre, en la que fue la última subasta de deuda de 2010. El Tesoro adjudicó 3.876,66 millones de euros, muy cerca del importe máximo previsto, pero al tipo más alto desde enero de 2008 en el caso de las letras a seis meses y al más elevado desde diciembre de ese mismo año en la correspondiente a tres meses, aunque ligeramente más bajo que en la subasta anterior.