El viernes parecía una cosa y hoy parecía todo lo contrario. El viernes el Nasdaq amenazaba seriamente con un recorte de los importantes y hoy parece que no ha pasado nada. Puede ser que Apple, con su gran peso en este índice, estuviera pasando la factura de la retirada momentánea de Steve Jobs, pero no puede ser normal tampoco que hoy el Nasdaq salga disparado para arriba. El mercado está rarito, pero que muy rarito y eso lleva a una gran volatilidad.

Pero sigue teniendo algo en común lo de la semana pasada y esta primera sesión de esta. Los grandes resisten mejor que los pequeños. El Dow sigue al frente de las operaciones con solvencia mientras el S&P 500 tiene cierta tendencia a ir a remolque. Los treinta gigantes suben más que los 500 valores del S&P y eso es para un análisis por sí mismo.

Si los valores grandes siguen erre que erre, terminarán por contagiar a los pequeños y seguiremos al alza. Pero si los grandes empiezan a flaquear, corrección al canto de y las gordas. No obstante, esta visión tampoco es perfecta. Tengamos en cuenta que el mercado americano lo componen más de 600 valores y que ayer subieron 4.000 mientras que bajaron 2.000. Ya es mala suerte que fuera en el S&P 500 donde se concentraran los valores a la baja, porque el resto del mercado parece estar más sano. Hablaríamos entonces de gigantes frente a grandes, porque no duden que la inmensa mayoría de las empresas del S&P 500 son grandes. Estarían, por tanto, mejor las gigantes y las pequeñas y medianas, mientras que las grandes y medianas tirando a grandes son las que más dudas tienen. Complicado en cualquier caso.

El caso es que frente a los temores del viernes, el mercado americano pareció ayer querer dar un puñetazo encima de la mesa y decir eso de «aquí estoy yo». Vale, lo dijo, pero no sabemos para qué está, si para volver a las andadas alcistas o para dejarnos sumergidos de nuevo en el mar de dudas habitual desde hace varias jornadas. Y todo esto mientras el oro sigue a la baja y el dólar hace unos movimientos de vaivén de agárrate y no te menees, que en una misma jornada está a 1,34, pasa a 1,35 y termina en 1,33 por euro. ¡¡Como para tomar el comportamiento del dólar y el euro como referencia para algo!! Nos volvemos más locos aún.

Al cierre, que esta vez sí fue ganado a pulso y no por inercia de una apertura alcista, el Dow avanzó un 0,91%, el Nasdaq Composite un 1,04% y el S&P 500 se contentó con un 0,58%.