El débil consumo apenas aliviará tres décimas la cifra de paro en 2014

12/12/2013

Luis Martínez del Amo. El mercado de trabajo cierra diciembre con nuevas pérdidas de empleo. Pero la tendencia se revierte en febrero, según la previsión de Afi Asempleo.

El mercado de trabajo cerrará el año con nuevas pérdidas de ocupados. Pero pronto revertirá la tendencia. En el mes de febrero, el empleo crecerá aunque solo sea un modesto 0,4 por ciento, según un estudio de Afi y Asempleo. Un cambio de signo en la ocupación que, sin embargo, no dulcifica la previsión sobre el paro. Aunque se ha frenado su ritmo de aumento, el desempleo no bajará del 26,3 por ciento al término de 2014. Tres décimas menos que vendrán impulsadas por el tirón del sector exterior. Y eso suponiendo que siga desinflándose el contingente de quienes están dispuestos a trabajar.

Pocas alegrías deja el último mes del año en términos de ocupación. Según el Avance del mercado laboral elaborado por las empresas de trabajo temporal Asempleo, en diciembre se perderá un 0,7 por ciento del total de ocupados, que quedará en 16,67 millones de personas. Sin embargo, el dato puede leerse también de otro modo. El año pasado, en igual mes, se perdió un 4,8 por ciento del empleo, lo que indica que la destrucción de empleo se ha ralentizado siete veces respecto a ese período.

Cada vez se pierde menos empleo. Y así llegaremos hasta el segundo mes de 2014, cuando la tendencia girará y el empleo volverá a crecer en febrero aunque será tan solo un 0,4 por ciento. En cualquier caso será un ritmo de creación de empleo todavía muy suave, “incapaz de absorber a los casi seis millones de parados” contabilizados hoy en España, señalan los autores del estudio.

A la vista de los últimos datos, los autores del informe creen que los empresarios solo sellarán contratos temporales en su mayor parte. Al menos de momento. En noviembre, el paro descendió en 2.500 personas; una reducción que se amplía hasta 40.000 si se excluye el efecto estacional, recuerdan. Un bajón el del paro que, aunque debido al efecto desánimo, deja el mejor noviembre desde 1989.

La esperanza se complementa con los datos de afiliación, que a pesar de registrar la pérdida de casi 67.000 afiliados, mejoran con mucho la caída de 205.000 afiliados en igual mes el año pasado. Y que, descontado el efecto estacional, recorta hasta 2.800 la fuga de afiliados al sistema de Seguridad Social.

Mientras tanto, la contratación en noviembre aumenta por tercer mes consecutivo si se compara con el año anterior. Pero estos aumentos, del 7,8 por ciento, se deben “exclusivamente” a la contratación temporal, un 9,1 por ciento superior a la que se produjo en noviembre del año pasado.

La recesión está llegando a su fin

Con estos datos, y tras analizar otros indicadores, los autores concluyen que el bache económico se acaba. “La recesión está llegando a su fin”, afirman tras medir qué hizo la economía en la parte central del año. Al cierre de septiembre, la producción avanzó un 0,1 por ciento. Un incremento del PIB que, aunque modesto, interrumpe la senda decreciente iniciada en junio de 2011 y que “sienta las bases para el inicio de la recuperación”, aseveran.

Con todo, el camino no será fácil, auguran. El consumo de los hogares y de las administraciones públicas, embarcadas en el proceso de reducción de déficit, volverá a caer en 2014. En jerga económica, la demanda nacional volverá a caer en 2014; un 1 por ciento, según prevén. Así que serán las ventas al exterior las que tengan que bogar. Pero la debilidad de las principales economías de la UE, nuestros mejores clientes, apenas le permitirá sumar un 1,5 por ciento. Y eso equivale a decir que el crecimiento del sector exterior cederá siete décimas en 2014 respecto al año precedente.

Los autores del estudio creen que la tasa de paro podría reducirse hasta el 26,3 por ciento, desde el 26,6 por ciento actual. Aunque eso será si la población activa sigue cayendo, tal y como prevén, un 0,6 por ciento. “El tenue crecimiento de la economía española en 2014 (0,5 por ciento) no será suficiente para generar ganancias sólidas de empleo neto”, concluyen.

En virtud de la reforma laboral aprobada en 2012, “no es descartable sin embargo”, que la recuperación laboral tome un rumbo con altibajos, dicen, en referencia a que el PIB no tendrán que crecer tanto como antes para que asome la creación de empleo.

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