Íñigo Guerra compatibilizaba hasta ahora la dirección del área de Banca de Inversión de Bankinter con la secretaría general del banco. Pero la entidad ha decidido que se dedique exclusivamente a una actividad en la que Bankinter no tenía una presencia destacada, pero que en estos momentos de necesidad de ingresos recurrentes se quiere potenciar.

El dato relevante no es tanto el nombramiento como el hecho de que el consejo de administración de Bankinter haya puesto a Íñigo Guerra como director general de Banca de Inversión bajo la dependencia directa del vicepresidente ejecutivo de Bankinter, Alfonso Botín, y no de la consejera delegada, María Dolores Dancausa. Esta decisión es interpretada dentro del banco como que se refuerza la posición ejecutiva del hijo del ex presidente y primer accionista (a través de Cartival), Jaime Botín, hermano de Emilio, que preside el Santander.

En la entidad explican que Bankinter quiere dar “un fuerte impulso estratégico” a las actividades de banca de inversión, en las que entró a finales de 2011. “La situación de fortaleza y solvencia de Bankinter en el momento actual, y su propia definición de entidad enfocada al segmento de clientes de banca privada y empresas, ofrecen al banco grandes oportunidades de crecimiento como proveedor integral de servicios financieros. La Banca de Inversión de Bankinter asesora a inversores, empresas y empresarios en operaciones de fusiones y adquisiciones, mercados de capitales y financiación, cubriendo toda la gama de actividades relacionadas con estas áreas”, añaden.

A Guerra le sustituye, procedente del Banco Santander, Mónica López-Monís al frente de la secretaria general de Bankinter. Ésta será también secretaria del consejo de administración, donde releva a Rafael Mateu de Ros, que continúa como consejero, presidente de la Comisión de Gobierno Corporativo y miembro de la Ejecutiva.

Maetu de Ros está considerado dentro de Bankinter muy cercano a Jaime Botín, y ha jugado un papel fundamental en la resistencia a que Credit Agricole se sentara en el consejo de administración del banco pese a ser entonces su mayor accionista. Además de seguir en el consejo, Mateu de Ros es ‘consolado’ de la pérdida de la secretaría mediante su incorporación a las Comisiones de Auditoría y de Nombramientos y Retribuciones.

Mónica López-Monís Gallego, considerada de la máxima confianza de Alfonso Botín, también pasa a formar parte del Comité de Dirección de Bankinter, y será la máxima responsable del área jurídica y fiscal del banco.

Abogada del Estado (en excedencia), fue directora de la Asesoría Jurídica y Fiscal de Bankinter entre 2001 y 2005, ha sido secretaria general y del consejo de Aldeasa y de Banesto, y vicesecretaria del Banco Santander. Y profesora en el Instituto de Empresa, en Icade y en la Universidad Carlos III.