El mercado hipotecario termina 2013 con cifras que son negativas: un descenso del 10% en el número de transacciones hasta septiembre; el número de hipotecas constituidas sobre viviendas fue de 14.704 en octubre, la cifra más baja de la serie estadística iniciada en 2003, 42 meses seguidos de descensos, y una disminución del 27,7% en los diez primeros meses.

La previsión de la Asociación Hipotecaria Española (AHE) es que el crédito nuevo termine el año en los 39.000 millones de euros y que el saldo vivo de hipotecas caiga el 12% (-14,1% en octubre). Desde diciembre de 2009 el saldo vivo del crédito hipotecario ha sufrido un adelgazamiento superior a los 300.000 millones.

También hay que tener en cuenta que el incremento del ahorro en los hogares que no se han visto afectados por la evolución del mercado laboral y el ajuste en el precio de los activos inmobiliarios ha dado lugar a un aumento de las compras de vivienda sin  recurso al endeudamiento hipotecario, subrayan en la AHE. En el sector se destaca que cuatro de cada diez viviendas se están comprando sin crédito.

Algunos números son más positivos: el retroceso de octubre es siete puntos menor que el de septiembre (30,9%); la tasa mensual (octubre sobre septiembre) registra el menor descenso desde 2009: 1%. Y el capital prestado para viviendas hipotecadas registró un incremento mensual del 5%, el mayor de los cinco últimos años.

Estos datos permiten a la AHE, en su tradicional informe de fin de año y perspectivas para 2014, lanzar un cierto mensaje de optimismo. Sus expertos consideran “probable” que se observen “los primeros signos de reactivación trimestral del nuevo crédito hipotecario, especialmente en el segmento de hogares”. Y aportan varios argumentos:

1.-Mejor posición patrimonial de las entidades de  crédito tras el proceso de saneamiento.

2.-Entorno económico más estable, aunque todavía débil

3.-Acceso más normalizado y eficiente a los mercados de financiación mayorista.

4.- Paulatina mejora de la confianza de los agentes económicos, que ha generado una revisión al alza de las perspectivas de crecimiento.

5.-Desaceleración en la senda de destrucción de empleo.

6.-Importante corrección de los desequilibrios en el sector inmobiliario, con una nueva producción (300.000 viviendas) que ha permitido diluir buena parte del stock

y 7.-Desaceleración en el ritmo de ajuste de los precios de la vivienda, que ha generado los primeros repuntes, todavía pequeños, en algunas zonas.

Conclusión: “Las menores incertidumbres sobre las rentas futuras de los hogares (relacionadas con la evolución del mercado laboral y del régimen fiscal) unido a un clima de mayor optimismo sobre la evolución de la economía influirán de forma positiva en la confianza y en las decisiones de inversión inmobiliaria de los hogares”.

Si mejora la previsión sobre el crédito a los hogares, el destinado a promotores y constructores continuará sometido “a restricciones relacionadas con las políticas de riesgos de las entidades y con la reducción de su exposición inmobiliaria”. Por tanto, el saldo vivo del crédito hipotecario gestionado continuará descendiendo en 2014, a pesar de la previsible senda de moderada recuperación en el segmento de hogares.