Las especulaciones sobre una relajación de la reforma bancaria en Europa, desatadas tras una información del británico Financial Times sobre un borrador de propuesta de la Comisión Europea para que no sea obligatoria la separación entre la operativa por cuenta de clientes y el ‘trading’ de elevado riesgo en las grandes entidades, ha impulsado a los bancos en las Bolsas europeas. El sector bancario del Stoxx 600 se ha revalorizado casi un 3% porque esta reforma ya no será obligatoria, costará menos y será menos restrictiva que de lo inicialmente previsto, y además se dará más poder de decisión a las autoridades nacionales para determinar la aplicación de estas modificaciones.

Estas especulaciones explican que la banca europea suba en Bolsa. Pero no lo que ha sucedido en una jornada histórica en la Bolsa española, que ha acariciado los 10.200 puntos tras subir el 2,93% y situar el Ibex 35 como el mejor índice del día en el continente. Tras cerrar en 10.178,7 puntos, el Ibex disfruta de la mejor jornada en seis meses y marca máximos desde julio de 2011. La Bolsa que más se le acerca es la de Milán, que sube más de un punto, mientras las demás tienen que conformarse con subidas que no superan el 0,8%.

Lo que llama la atención es la cotización de las entidades financieras españolas, cuyo comportamiento bursátil suele ser bastante normal, se hayan disparado de esta manera. Pocas jornadas en la Bolsa han vivido subidas superiores al 5% en un buen número de valores, casi todos vinculados al sector financiero.

CaixaBank encabeza la subida con un insólito 7,18%. El Banco Popular sube el 6,6%. El BBVA, el 5,7%. Gamesa, la empresa que más ha subido en la jornada, el 5,64%. Mapfre, la mayor aseguradora en Bolsa, se revaloriza el 5,13%. Y Bankinter, el 5,03%. Por debajo del 5% de incremento, pero no por ello menos relevantes, están Sacyr, que sube el 4,72% tras comenzar a calmarse las hasta ahora turbulentas aguas del Canal de Panamá; y de nuevo los bancos: el nacionalizado Bankia se revaloriza el 4,44%; el Sabadell, el 4,28%; y el Santander, el 3,78%. Sólo el rojo de Amadeus, que cae el 1,17%, ensucia una jornada inolvidable en la Bolsa española.

 

Valores cíclicos

Todo este baile de revalorizaciones tiene una explicación poliédrica. Por un lado, la prima de riesgo, que parece consolidarse por debajo del listón de los 200 puntos básicos. La jornada de las alzas bursátiles de la banca española terminó con la prima de riesgo en 193 puntos básicos.

El mensaje que parece transmitir la prima de riesgo, o al menos así lo interpretan los mercados, es que este año será el primero desde la crisis financiera internacional que se va a caracterizar por el retorno a la asunción de riesgos en la deuda pública española por parte de los inversores. Éstos no vislumbran en el horizonte problemas que pueda frustrar el buen comportamiento de la deuda española.

Esta evolución de la prima de riesgo beneficia especialmente a los bancos más domésticos, a los que tienen la mayor parte de su negocio en España: CaixaBank, Popular, Bankinter y Sabadell. Y no le viene tampoco mal a las grandes multinacionales del sector financiero, como Santander, BBVA o Mapfre.

Con una prima de riesgo por debajo de los 200 puntos básicos, al inversor le apetece volver a los valores cíclicos en la Bolsa española, como los ligados al sector financiero, sobre todo en una expectativa de recuperación entre este año y el próximo.

La rentabilidad del bono a diez años parece consolidada por debajo del 4%: 3,792%, el nivel más bajo desde 2009, cuando los problemas de Grecia aún no estaban bajo el foco y no había estallado, por tanto, la crisis de la deuda en Europa.

 

Cifras optimistas

Los datos económicos han animado a los inversores, ya sea en renta variable como en deuda pública. Así, destaca el crecimiento del 45,2% en diciembre registrado por el mercado español de vehículos comerciales, que se despide de 2013 con 85.392 matriculaciones, el 11,3% más que en 2012. Alemania ha aportado cifras mejores de las previstas en ventas minoristas y en empleo, donde se ha terminado el pasado año con el nivel máximo de ocupación ya que el paro ha experimentado la mayor bajada en dos años. La eurozona vive una contención de la inflación, que sube el 0,8%, frente al 0,9% anterior.

El euro también aporta su granito de arena y refuerza posiciones al cerrar la jornada en un cambio de 1,3616 dólares.

Por si no fueran suficientes motivos, la subasta de deuda en Irlanda, la primera emisión que realiza tras salir del rescate, ha sido un éxito al suscitar una demanda muy elevada.