Contra los “sin papeles”

27/01/2011

Fernando Ratia.

La Audiencia Nacional ha obligado al Ministerio del Interior a paralizar la expulsión decretada de un grupo de saharauis que llegaron en patera a Fuerteventura el pasado 5 de enero. La Justicia ha intervenido en este caso para poner un paréntesis a las férreas medidas impuestas contra la inmigración clandestina en nuestro país. Unas medidas que han provocado que el llamado “efecto llamada” de la época de vacas gordas de nuestra economía se transforme en el “efecto rechazo” para bloquear nuestras fronteras ante las avalanchas de inmigrantes ilegales que nos llegan desde el Sur.

Ha sido el propio Rodríguez Zapatero el que ha asumido la política del “efecto rechazo” al decir en el Congreso de los Diputados que ser saharaui no es condición suficiente para ser calificado como asilado político, en clara alusión al caso de los saharauis cuya expulsión a Marruecos ha sido paralizada.

Pero hagamos memoria. Hace unos años, pisar nuestro suelo desde el extranjero era un ejercicio bastante rutinario. Nuestros brazos estaban abiertos a la inmigración en toda su magnitud, desde lo social a lo político y lo económico.

El “efecto llamada” tenía una repercusión esplendida. Las mafias se forraban cobrando cantidades importantes a los “ilegales”, las autoridades ponían los medios para legalizarlos y el ciudadano de a pie veía con buenos ojos cómo el inmigrante trabajaba en las obras del caro piso cuya hipoteca le iba a conceder a bajo coste un banco o una caja de ahorros, que a su vez daba créditos a los extranjeros para su consumo.

La verdad es que eran muy pocos los que realmente intuían lo que podía ocurrirnos en tiempos de vacas flacas. Y lo que podía ocurrirnos por esta falta de previsión ya ha pasado, porque los inmigrantes ya afincados legalmente en nuestro suelo y aquellos que quieren pisarlo sin papeles sufren en mayor medida las consecuencias del elevado paro que padece España.

Pero ya desde hace más de dos años se han construido barreras a la inmigración clandestina en España y se ha potenciado el “efecto rechazo” de la inmigración. Así, desde el Ministerio del Interior se incrementaban las medias de bloqueo, control y detección en las fronteras por tierra, mar y aire. Se trataba de unas medidas coordinadas con los países de la UE más cercanos, como Francia o Italia. Y dentro de nuestro suelo se han potenciado los controles y ello ha permitido la expulsión de 11.454 ciudadanos que residían clandestinamente.

Estas medidas de control y bloqueo fronterizo han permitido que el número de “sin papeles” llegados en patera bajara un 50 por ciento en 2010, según el balance anual de la lucha contra la inmigración ilegal del Ministerio del Interior. En el año 2010 llegaron en patera 3.632 inmigrantes frente a los 7.285 del año anterior. Y también descendieron el número de denegaciones de entrada en puertos y aeropuertos.

Los expertos argumentan que las causas de esta rebaja se encuentran evidentemente la crisis económica, pero Interior hace hincapié en la eficacia de las medidas policiales. Es decir, la eficacia del “efecto rechazo”.

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Un pensamiento en “Contra los “sin papeles”

  1. Está claro que cuando el hambre aprieta es cuando se pone en práctica la defensa propia. Al ciudadano de a pie que se queda sin trabajo le cuesta cada día más entender el fenómeno de la inmigación. Otra cosa son los saharauis, tan perseguidos en Marruecos y olvidados por España.Creo que hay que tener memoria.

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