Humberto Maturana abre un espacio de pensamiento sistémico, útil para gestionar RRHH

27/01/2011

Susana de Pablos. El biólogo Humberto Maturana y la epistemóloga Ximena Dávila impartieron en Madrid un taller sobre Fundamentos biológicos-culturales del vivir humano. Organizado por el Centro de Investigación en Valores Sociales y Empresariales (Civsem), participaron más de un centenar de empresarios y profesionales especializados en gestión de personas.

Humberto Maturana y Ximena Dávila, creadores de la Escuela Matríztica de Santiago de Chile, hablan de “gerencia co-inspirativa”, lo que implica cambiar el paradigma del liderazgo por un modelo en el que el consenso y la colaboración sean los elementos principales. Para Maturana, “la calidad del trabajo y su efectividad no dependen de una autoridad, sino de la disposición de las personas que lo realizan”, dijo recientemente.

Durante el espacio que dinamizaron en Madrid, por iniciativa del Civsem, entidad que pertenece a de la Fundación  Tomás Pascual y Pilar Gómez-Cuétara, Maturana y Dávila hablaron del valor de las conversaciones: “Todo lo humano ocurre en el conversar”. De estrategia: “Si uno se apega a las planificaciones, no resultan. Porque las personas piensan, reflexionan, son seres cambiantes”. Además, hablaron del necesario reconocimiento, que tiene que ser espontáneo, cotidiano, no preparado: “Es volver a ver al otro, para que el otro tenga presencia. Es el re-conocimiento”.

Dávila y Maturana impulsan en la sala un “conversar liberador” que ayuda a reflexionar, a entender que la vida es un presente continuo de relaciones humanas. En el trabajo “hablamos para acordar procedimientos para desarrollar una tarea”. Por eso escuchar de verdad es tan importante -es respetar- para saber “de dónde el otro dice lo que dice”. Y cuando hay un problema, “hay que averiguar su raíz conversando hasta encontrar el error. Los errores no se castigan, eso conduce a la mentira”.

Motivación y conciliación

“El trabajador está contento por todo lo que recibe de la empresa. La persona hace familia, también en una organización”, destacaron. Y allí también nuestro vivir está fragmentado: “Somos un ratito papá, o mamá, un ratito profesional, un ratito amiga…”.  Pasamos un tercio de nuestra vida en la empresa. Tenemos tiempos biológicos que es preciso respetar”.

Hablaron de cómo la crisis deviene de un conflicto de deseos. “En las empresas hay dos comunidades fundamentales: la interna que la realiza y la externa que la hace posible. En las empresas, como en los países, hay que armonizar, generar acuerdos, consensos… en lugar de competir”. Para Maturana y Dávila no hay empresas privadas o públicas, son todas públicas, «tienen que ver con el mundo que las sustenta”.

Finalizado el taller, que ha sido precedido por dos Círculos de Reflexión celebrados también en Madrid, Dávila y Maturana se preparan para un workshop en Barcelona titulado Las emociones en las organizaciones. Antes, conversan con diarioabierto.es

.- diarioabierto: Si es tan difícil cumplir lo planificado, ¿qué sentido ti­­­­ene la estrategia empresarial?

Humberto Maturana: La estrategia es un proceso que nos sirve para saber qué camino seguir, pero no para resolver los conflictos que surgen en las organizaciones, que sólo se pueden resolver mediante las conversaciones y que siempre tienen que ver con deseos contradictorios. Por tanto, ni la planificación ni la estrategia por sí mismas resuelven. Tú puedes planear un proceso para obtener un resultado, pero si te apegas al proceso, tarde o temprano eso no resultará debido al cambio constante del entorno, las personas, las circunstancias… En definitiva, lo central, en el fondo, es la co-inspiración: el poder concebir juntos algo que uno quisiera hacer en compañía de los demás.

Ximena Dávila: Nosotros no decimos que las planificaciones no resultan, sino que no lo hacen cuando uno se apega a lo planificado. Es preciso tener la plasticidad conductual tal de ir haciendo un camino al andar, lo que permite replantearse lo planificado considerando que no dejan de pasar cosas. Hay una estructura fundamental que uno planifica y se ordena, pero hay ciertas coherencias que surgen en el vivir, en la convivencia con las personas, que es necesario tener en cuenta.

.- diarioabierto: Las empresas requieren fomentar la innovación, provocar la creatividad, ¿cómo se podría aumentar la creatividad en las empresas?

X. Dávila: Los seres humanos somos intrínsicamente creativos, somos seres creativos. Hoy día tenemos que implementar la creatividad, la innovación… Vivimos de un modo tal, que tenemos que hablar de eso que es constitutivo de los seres humanos. Estamos en un continuo cambio, donde lo que hice ayer ya no vale hoy. Y en esa carrera, en esa locura de seguir creando, queremos un descanso, un remanso de tranquilidad para disfrutar de lo que hemos creado. Así surgirá de forma espontánea  esa creatividad que nos constituye.

.- diarioabierto: Ustedes dicen que el cambio se provoca a partir de lo que se conserva, ¿es aplicable a las organizaciones empresariales?

H.Maturana: Lo fundamental en el cambio es lo que se conserva porque  define lo que puede cambiar. Por ejemplo, si un amigo me invita a participar en un club de innovadores y yo le digo que no me interesa, y me pregunta el porqué, le digo que prefiero pertenecer a un club de conservadores, conservadores de la honestidad, de la seriedad en el trabajo, del escuchar, de la apertura creativa de la co-inspiración. Ahora estamos en la desesperación gigantesca de que tenemos que innovar, generando una angustia porque las cosas que hacemos hoy dejan de ser válidas mañana, ¿a propósito de qué? De competir. De negar al otro, en lugar de colaborar en la creación de un mundo deseable y de bienestar.

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