Las eléctricas integradas en Unesa -Endesa, Iberdrola, Gas Natural, Cantábrico, EDP y Eon- presentarán en los próximos días sus respectivas opiniones y posiciones ante la renovación del mercado de generación que prepara el Ministerio de Industria, y que deberá entrar en vigor el próximo 1 de abril. El ministro de Industria, José Manuel Soria, se he reunido de forma conjunta y después por separado con los presidentes de las citadas compañías para transmitirles, en esta segunda ronda de encuentros, que su departamento desea contar con las propuestas para remodelar el sistema que fija el factor -hasta ahora las subastas de electricidad- que incide en la formación de las tarifas y que además influye en los precios del mercado liberalizado.

Desde el sector, aunque existe ciertos escepticismo respecto a su capacidad para que sean recogidas sus apreciaciones, aunque sean técnicas, se admite que es un cambio en la posición del equipo responsable de la política energética que durante los periodos de elaboración de los decretos anteriores y la ley eléctrica no consultaron a las compañías. Las propuestas serán individuales, y no a través de la patronal Unesa, dado que se trata de mercados liberalizados -generación y comercialización- en donde deben prevalecer los principios de competencia.

Pero, en principio, existen puntos en común entre las empresas. Y el más básico es que las tarifas no dependan de la subasta de un único día, porque se trata de un mecanismo que puede distorsionar los resultados, como se ha mostrado en la última del pasado año, que fue anulada por Industria porque suponía un alza de más del 15% de las tarifas, provocando una de las crisis más relevantes del sistema eléctrico.

Las compañías desconocen el calado de la reforma, si se tratará únicamente de cambios en los sistemas de subastas y que la revisión de las tarifas sea anual en lugar de trimestral, como ocurre en la actualidad. O si el ministerio, después de no aceptar los resultados de la última subasta, opte por emprender una reestructuración más profunda del ‘pool’ (mercado de generación). En cualquier caso se trata de un fracaso de los autores de la ley eléctrica, que fue aprobada el mismo día de la anulación de la última subasta, y que no entra en la remodelación que ahora se aborda a través previsiblemente de un decreto, una orden ministerial o una resolución administrativa.

El panorama se había complicado con el informe de la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC) en el que se afirma que no se han hallado pruebas de manipulación de los precios como denunciaba el ministro de Industria, si bien la investigación sigue abierta. De momento las eléctricas no han emprendido medidas legales: las espadas siguen en alto a la espera de la nueva normativa.