A Cristina Bergoglio, arquitecta, pintora, escritora y estudiosa de la ciencia cuántica, la proclamación de su tío como Papa le pilló en el gimnasio y a dos días de inaugurar una exposición con sus pinturas, que cotizan entre los 3000 y 20.000 euros, en Portugal. Eso le originó 30 entrevistas y convertirse en una celebridad momentánea. Hoy, nueve meses más tarde, acaba de pronunciar una conferencia sobre física cuántica, la vida y la religión, gracias al programa de voluntariado de la Fundación Esther Koplowtiz, en la Residencia de ancianos “Nuestra Casa” en Collado Villalba, Madrid.

“A mí la noticia de la elección de mi tío como Papa, me pilló encima de la máquina elíptica del gimnasio. Y de pronto, lo veo a él en la televisión y digo, es mi tío y comenzó a sonar el móvil con mis familiares y amigos enloquecidos con la noticia que nadie esperaba. Pensé que la naturaleza organiza a las criaturas para que hagan lo que tienen que hacer y mi tío el Papa, que no es dogmático, está en ese sistema tan cerrado supongo que para aligerarlo”.

¿Siendo de esa forma, no tienen miedo a que le pase algo al Papa?

Él se auto protege, no tiene esos miedos y cumple con su función. Si le tiene que caer un piano encima le caerá, no tiene ese miedo a la muerte porque ya sabe que está vivo hasta siempre. No tiene miedo.

¿Le han enviado algo que añore, tipo mate, dulce de leche o similar?

A mi tío no se le puede regalar nada porque todo se lo da a otra persona necesitada. Tienes que darle cosas que estén rotas o abiertas, si quieres darle un paquete de galletas se las tienes que dar abiertas. A mi me parece extremo pero es así y esa idea de pobreza y austeridad en Argentina hay gente que no la entiende.

¿Qué miembro de su familia tiene más trato con el Papa?

Un tío nuestro que es muy mayor, Remo, que es un infectólogo muy famoso porque es un estudioso del Sida y del mal de Chagas. Hay dos Bergoglios famosos en el mundo y estos son el Papa y Remo. Ellos tenían grandes conversaciones intelectuales, se han tratado mucho.

¿Tienen más familiares religiosos?

Gracias a Dios, no. Con el Papa, una monjita y yo, que interpreto sus palabras, ya es suficiente.

¿Y los Bergoglios cómo han reaccionado con esta visibilidad?

A raíz de la elección de nuestro familiar hemos creado un grupo cerrado en Facebook que se llama Bergoglio que reúne a 400 familiares del Papa. Algunos viven en el umbral de la pobreza, otros, como yo, somos clase media y finalmente, también tenemos ricos en la familia.

Ahora se están creando lazos de ayuda entre nosotros. Por ejemplo, yo traduzco, todas las semanas en ese grupo privado de Facebook, el mensaje del Papa al lenguaje práctico. Cuando el Papa publica un tuit lo interpreto para que los jóvenes lo entiendan. Esa es mi misión.

¿Se parece al Papa?

Yo soy más de la rama de mi madre, gracias a Dios. Sin embargo, mi hermano y mi padre son iguales que el Papa con la barbilla alargada y las orejas voluminosas a punto de volar. Tengo que decirle que los Bergoglio hemos hecho un concurso entre nosotros para ver quién es el más orejudo, ganó una pariente que se llama Susana Armando Bergoglio, mucho más orejuda que el Papa, ella vuela con las orejas.

¿Ustedes están repartidos por todo el mundo?

No, básicamente vivimos en Italia, Argentina y yo soy la única que vive en España. Aquí, aunque soy arquitecta, me gano la vida como escritora y pintora y no me va mal.

¿El Papa también participa en ese grupo de Facebook?

No, pero está informado y uno de los familiares le llevó, en una de las audiencias de los miércoles, una foto del encuentro que tuvimos hace dos meses los 400 miembros que formamos su familia y también un libro que recoge nuestra historia.

¿De dónde vienen los Bergoglio?

Los Bergoglio venimos de una zona del Piamonte, en Italia, gente de campo y hubo diez hermanos que emigraron a América. El Papa y su hermana María Elena, son nietos de uno de esos emigrantes y en Argentina es donde se hizo sacerdote por un desengaño amoroso. Francisco le dijo a una mujer de la que se enamoró “si pasas de mi yo me hago sacerdote”. Ella pasó de mi tío y él cumplió su promesa, pero antes él había sido portero de discoteca y yo qué sé cuantas cosas más.

Dentro de unas semanas, Cristina Bergoglio, viajará a Roma con su novio, también llamado Francisco, a conocer a su pariente en una de las audiencias públicas de los miércoles. “No soy la sobrina pesada que va a molestar a su tío el Papa a Roma, él está muy ocupado y yo también, así que le llevaré un cuadro que voy a pintarle de San Francisco de Asís porque es un santo que sigo y aunque soy cristiana no me gustan las jerarquías ni los dogmas, pero empecé a leer el mensaje del Papa y vi coherencia en sus palabras, él estudió psicología y conoce la condición humana. Mi tío es un buen comunicador, es tolerante y está haciendo una revolución”.