La reforma laboral se propuso conseguir que las empresas rebajaran el número de despidos. Se pretendía que las compañías respondiera a la crisis con medidas alternativas al despido, como los descuelgues de convenio y otras medidas como los expedientes de regulación de empleo (ERE) que, además del despido, prevén acciones sustitutorias como la reducción de jornada o la suspensión de contrato. Para dar más facilidades, la reforma también eliminó la autorización preceptiva por las comunidades autónomas en estos ERE.
Sin embargo, los ERE más traumáticos -aquellos que acarrrean el despido- vuelven a repuntar. Con los datos de noviembre, la tasa de trabajadores afectados por un ERE de extinción sobre el total de afectados por estos expedientes se elevó hasta el 18,61 por ciento; frente al 17,15 por ciento con que se cerró el pasado año 2012.
Sin embargo, en números absolutos, el número de trabajadores despedido por ERE se situó en 63.320 trabajadores hasta noviembre; un 13,1 por ciento menos que en igual período el año pasado.
El despido gana el peso que pierden las suspensiones
El incremento en la tasa de trabajadores despedidos por ERE sobre el total en ese período se debe a que hubo menos trabajadores afectados por suspensión de contrato, un 61,27 por ciento sobre el total, es decir casi un punto menos que en el conjunto del año 2012 -el primer año de aplicación de la reforma laboral-, cuando esta proporción sumó un 62,22 por ciento.
El aumento también se debe a la caída en casi medio punto en la tasa de afectados por reducción de jornada, que supusieron hasta noviembre un 20,11 por ciento del total de afectados; frente al 20,63 por ciento en el conjunto de 2012.
Con todo, el número de trabajadores afectados por estos tres tipos de ERE descendió un 20,3 por ciento entre enero y noviembre respecto a igual período del año pasado, hasta los 340.170.
El descenso de los afectados por los tres tipos de ERE (extinción, suspensión y reducción de jornada) se dejó sentir en todos los sectores; en concreto, en la agricultura bajaron un 30,8 por ciento; en la industria, un 24,8 por ciento; en la construcción, un 30,5 por ciento; y en el sector servicios (el que da trabajo a más personas), un 10,6 por ciento.
En lo que respecta al mes de noviembre de 2013, el número total de trabajadores afectados por procedimientos de despido colectivo, suspensión de contrato y reducción de jornada comunicados a la autoridad laboral fue de 20.227, un 17,7 por ciento menos.
El PSOE dice que derogará la reforma
Con datos provisionales, la estadística del ministerio de Empleo deja además fuera los ERE planteados después del mes de noviembre, entre los cuales destacan el expediente planteado en Coca-Cola, que afecta a 1.250 trabajadores entre prejubilaciones, recolocaciones y despidos; el ERE en Banco Gallego, que afecta a 140 trabajadores (50 prejubilaciones y 90 despidos); el expediente presentado en BT para el 11 por ciento de su plantilla, unos 107 trabajadores; y hasta el ERE en la Unión General de Trabajadores (UGT) de Cataluña, con 55 despidos previstos.
Respecto a la reforma laboral, el PSOE insistió este lunes en que será “la primera ley que derogará” al volver al Gobierno. Según informa Europa Press, el secretario de Organización del PSOE, Óscar López, ha insistido en que la “nefasta” reforma laboral de Mariano Rajoy será “la primera ley” que derogarán los socialistas cuando recuperen el Gobierno, y ha criticado que esta normativa, aprobada en 2012, sólo ha provocado una pérdida de empleos y la precarización de los puestos de trabajo que aún existen.
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