La caída del peso argentino frente al dólar cuenta  por decenas sus víctimas directas. La crisis de la moneda ha puesto sobre las cuerdas la economía de ese país, y las empresas también se resienten. Especialmente las que no tienen un claro perfil exportador como YPF, así como la telefónica Telecom.

El caso de la petrolera, que se ha dejado hasta ahora más del 15% en la Bolsa de Buenos Aires, es una muestra del castigo por la dependencia del mercado interno y su escasa capacidad para exportar. Además, pese a la estrategia seguida para aumentar la producción, cuenta con una fuerte dependencia de compras de productos que se cotizan y negocian en dólares. Por el contrario, Argentina se esta beneficiando de una mayor competitividad en los mercados internacionales en la venta de los que es ahora su principal fuente de ingresos en el exterior: la exportación de soja.

Este nuevo bache se produce cuando Repsol y el Gobierno argentino prosiguen las negociaciones para alcanzar un acuerdo sobre la indemnización a la empresa española por la expropiación del 51% de YPF. Según medios consultados, las conversaciones de las que informará el presidente de la petrolera, Antonio Brufau, al consejo de administración que se reúne este miércoles en Madrid, se enfrentan aún a dificultades, que se ven agravadas por la situación de Argentina. El pago previsto hasta ahora consistiría en bonos por 5.000 millones de dólares.

En este complejo contexto, en el que otros de los actores es Pemex -que cuenta con el 9,2% del capital de Repsol- hoy se espera una resolución sobre el contrato de buques para la depauperada cartera de los astilleros gallegos (Barreras y Navantia), que se ha propuesto en diversas ocasiones. Este contrato motivó la intervención del ministro de Industria, José Manuel Soria, para impulsar un acuerdo entre Buenos Aires y Repsol.