Si hay algo por lo que se caracteriza la gastronomía portuguesa, es por la calidad de sus mariscos y pescados. Sería absurdo visitar la capital lusa sin degustar alguna de sus delicatesen y es por ello que visitar el Mercado do Peixe es prácticamente una obligación. Situado en lo alto de Ajuda, este famoso restaurante ofrece una gran variedad de platos traídos directamente del Atlántico. Recomendable probar su famosa langosta y sus sabrosos camarones, así como, sus carabineros y percebes. En cuanto a peces se refiere, imposible decidirse por uno solo, desde el robalo, hasta sus sardinas a la brasa, sin olvidar su mero blanco, todo es fresco y con un sabor que te comerás hasta las espinas. Aunque de aletas va la cosa, no olvides pedir, de postre, el famoso pastel de nata portugués. El Mercado do Peixe ha ganado en varias ocasiones el premio al “mejor pastel de nata” casero, otorgado por la Escuela Superior de Hostelería y Turismo de Estoril. (Nº  21 361 60 70)

Continuamos con el que sin duda alguna es uno de los tesoros mejor guardados de la noche lisboeta, la discoteca Plateau (rua Escadinhas da Praia 7, en Santos). Con una decoración oriental y un ambiente inmejorable, Plateau es la mejor opción para los amantes de la buena música. ACDC, Los Rollings, Tina Turner, Depeche mode, Rick Ashley, Cindy Lauper… No falta ninguno, y es por ello que cuando entras ahí te transportas a una nueva dimensión donde te emocionarás escuchando los hits que marcaron una gran época. Espaciosa donde poder bailar, clientela a partir de 25 y con copas entre los 6 y 8€, no solo se alimenta de “temazos” ochenteros, entre su repertorio a veces se cuelan canciones de los 60 y 70. Una exquisita elección para los que busquen vivir una experiencia totalmente diferente, de la cual disfrutar hasta las 6 de la mañana.