Como era previsible, la presentación de resultados de Bankia en 2013 quedó empequeñecida por las especulaciones sobre una privatización parcial de la entidad nacionalizada. Su presidente, José Ignacio Goirigolzarri, dejó muy claro que la decisión le corresponde al accionista mayoritario, al Frob, “no a los gestores”, pero mandó varios mensajes al Gobierno. Uno, no se van a revisar al alza los objetivos del plan estratégico (rentabilidad del 10% en 2015, frente al 5,6% actual), para hacer más atractivo el valor de cara a una posible colocación. Dos, “el primer tramo de la privatización tiene que hacerse en la forma y en el tiempo correctos para que deje muy buen  sabor de boca, realce y refuerce a la acción”. Y tres, se trata de un proceso muy complejo, que tiene que hacerse en varias fases durante, al menos, dos años.

El presidente de Bankia cree que “no es imposible” recuperar todas las ayudas públicas que ha recibido la entidad, aunque parece dudarlo en el caso de BFA, la casa matriz. “Lo importante no es el precio del primer tramo, sino el medio de todas las colocaciones”, precisa. Y destaca que “hay apetito por Bankia porque se están haciendo las cosas bien”, subrayando que la presencia internacional en el accionariado de Bankia ha pasado en siete meses del 3,8% al 10,4%. También identifica el inicio de la privatización con “normalización” de la entidad y, en ese sentido, sería “una muy buena noticia”.

Goirigolzarri, y el director general José Sevilla, se esforzaron en demostrar que las cosas se están haciendo bien”. El presidente de Bankia habla de “un salto de gigante en el plan de reestructuración”, gracias a “tres pilares”:

1.-una base de clientes de “una gran fidelidad”, que ha permitido ganar cuota de mercado en fondos de inversión y en créditos, manteniéndola en depósitos

2.-un “trabajo impecable” en el cierre de oficinas: con 1.000 sucursales menos se han vendido el 22% más de productos en diciembre de 2013, y la productividad por empleado ha aumentado el 49% (44,8 productos); y el lanzamiento de 125 oficinas Ágiles, con horario ampliado a la tarde.

y 3.-mejoras en las infraestructuras: gobierno corporativo, con el papel del consejero coordinador (figura hasta entonces inédita en España); reducción del peso de los servicios centrales al 10%,”con una organización rápida en la toma de decisiones y obsesionada con el resultado, no en quién se lo apunta”.

Capacidad de implementación

“No queremos recorrer caminos convencionales. Estoy muy orgulloso de la capacidad de implementación, porque es la que transforma la realidad y genera valor, que muestra ahora Bankia”, argumenta Goirigolzarri, que parecía haber convertido la presentación de resultados en una clase de management.

“Seguiremos con la reducción de costes en doble dígito” (18% en 2013, 400 millones menos cuando el plan estratégico tiene previstos 600 millones), mientras mejoran los márgenes (el de intereses acumula tres trimestres de alza), habrá menos provisiones (el saldo de morosos se reduce por cuarto trimestre consecutivo), y continuarán las desinversiones con plusvalías (120 ventas con 300 millones en activos y 870 millones de aportación de liquidez en 2013).

Además, se están captando 15.000 clientes mensuales, cuando el objetivo es de 20.000. “Queda mucho por hacer, pero estamos mejor de lo esperado, hoy estamos más cerca de recuperar las ayudas públicas que hace un año”, concluye Goirigolzarri.